Ser audaces para ser sostenibles, por Walter Alvarado [Opinión]
Ser audaces para ser sostenibles, por Walter Alvarado [Opinión]
Redacción EC

En la última década han confluido distintas tendencias que han cuestionado la manera tradicional de abordar las decisiones de . Así, factores de gobierno corporativo, medioambientales y sociales (ESG por sus siglas en inglés) están tomando cada vez mayor relevancia en la evaluación de las empresas por parte de los principales inversionistas a nivel global.

En el 2014, Jeff Bezos, gerente general de Amazon, fue el número uno en la lista de los 100 mejores gerentes generales según “Harvard Business Review” (HBR). Sin embargo, el año pasado cayó al puesto 87. ¿Por qué? Ese año HBR incluyó criterios de responsabilidad social dentro de su evaluación. 

Los inversionistas están incluyendo factores extrafinancieros dentro del análisis de las empresas en las que invierten a fin de complementar el análisis convencional, pues les permite evaluar mejor la gestión del riesgo corporativo. Si bien no existe una única metodología para incluir criterios de ESG dentro de los procesos de inversión, sí existen estrategias que pueden ser adaptadas para complementar el análisis. Dentro de ellas podemos incluir:

Criterios negativos o excluyentes. Al excluir del universo de inversión a aquellas empresas que realizan actividades u ofrecen productos o servicios que son cuestionables por sus consecuencias sociales (e.g., industria del alcohol o tabaco). Dichos criterios son determinados en la política de inversión. 

Criterios positivos o incluyentes. Implica preseleccionar a aquellas empresas que tienen el mejor comportamiento socialmente responsable de acuerdo con criterios previamente estipulados. En el ámbito social, por ejemplo, se pueden identificar a las empresas más innovadoras, es decir, las que han optado por asumir un rol activo en la gestión de los impactos sociales, o bien por sus prácticas relacionadas con la responsabilidad social. 

Integración de factores ESG en el análisis de las empresas. Se evalúan las empresas utilizando criterios ESG con el objetivo de identificar riesgos y oportunidades extrafinancieros que podrían tener un impacto en la rentabilidad en el largo plazo.  Dado que el impacto es diferente dependiendo del sector, el primer paso es identificar qué factores son relevantes para cada uno de ellos. Luego, se evalúa el potencial impacto de esos factores. ¿El riesgo es material? ¿Cuál es la probabilidad de ocurrencia? ¿La gerencia está haciendo algo al respecto? Es importante cuantificar y cualificar los riesgos y oportunidades identificados e incorporarlos en de los modelos financieros, ya sea en las proyecciones o tasas de descuento.  El último paso consiste en mantener un rol activo en términos de involucramiento y diálogo con las empresas, fomentando que estas adopten políticas que mejoren su desempeño financiero, generando un impacto social y ambiental positivo.

¿El fin común?, brindarle a los inversionistas una clara ventaja a lo largo del proceso de inversión, mejorando así la rentabilidad ajustada por riesgo a largo plazo.