(Foto: El Comercio)
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Paulo Pantigoso

Al cierre del 2018, la habrá sostenido 20 años consecutivos de crecimiento del PBI, acumulando una expansión aproximada de 151,1% para ese período, un notable logro luego de enfrentar décadas anteriores de profundas crisis económicas. En contraste, durante estos últimos 20 años, nuestros pares en la región registrarán crecimientos acumulados del PBI (no ininterrumpidos) estimados en 105,1% para Chile, 96,6% para Colombia y 54,6% para México. Y, si de más comparaciones se trata, al término del 2018 se estima que China, Singapur, Corea del Sur y Hong Kong habrán acumulado crecimientos del PBI de 462%, 174%, 137% y 109%, respectivamente, durante los mismos 20 años.

Este crecimiento ha ido de la mano con una de las tasas de inflación más bajas de América Latina, con un acumulado aproximado de 71,3% para el referido período. Por su parte, Chile registrará en el período una tasa aproximada de 87,9%; Colombia, de 171,7%, y México, de 159,8%. Destaca también que, al finalizar este 2018, nuestro país cumplirá 21 años (y deflación el año 2001), con inflación anual de un dígito.

Dentro de este período de crecimiento, el PBI real per cápita cobró un importante impulso, alcanzando un crecimiento anual promedio de 4,3% entre el 2001 y el 2010, y de 3,2% entre el 2011 y el 2017, las tasas más altas de nuestra historia reciente. Como reflejo de la mejora sostenida de estos años, The Economist Intelligence Unit (EIU) prevé que el PBI per cápita del Perú –medido a niveles de paridad de poder adquisitivo– será equivalente a un tercio (32,2%) del nivel de EE.UU. para el 2050, siendo actualmente solo un quinto (20,4%).

Durante estos últimos 20 años, el Perú ha logrado importantes hitos. A diciembre del 2018, previsiblemente obtendrá 113 meses de crecimiento económico consecutivo, contados desde agosto del 2009. Y, por actividad económica, al término del presente año, la producción de varios sectores habrá superado en más de 2,5 veces su nivel de hace 20 años. Por ejemplo, se estima que el mayor crecimiento acumulado habrá sido alcanzado por Electricidad y Agua (180,9%), seguido por Comercio (167,4%), Servicios (166,4%), Minería e Hidrocarburos (166,0%) y Construcción (160,0%).

Al alcanzar la marca de los 20 años consecutivos de crecimiento del PBI, tenemos varias lecturas mixtas: por un lado solemos juzgarnos “menos bien” internamente respecto a cómo se nos ve desde afuera. Lo cierto es que, si macroeconómicamente despertamos reconocimiento y admiración, el reto del bienestar general resulta en la urgencia de los connacionales en ver que ese crecimiento se distribuya de manera equitativa. 

Igualmente, cada vez las manifestaciones de frustración son más notorias cuando las diferentes necesidades sociales no se atienden rápida y certeramente; y tampoco son atacadas por las reformas que urge ejecutar. Dicho en sencillo, solemos calcular el (máximo) “crecimiento potencial” del país y para cuando obtenemos el (menor) “crecimiento real” simplemente confirmamos nuestras sospechas de que las brechas en infraestructura, salud y educación siguen siendo graves, por citar algunas. Con un buen liderazgo y acciones concretas, de una vez, nuestro Perú de 32 millones de habitantes y que casi suma la totalidad de habitantes de, por ejemplo, Chile y Ecuador juntos (35 millones) tiene efectivamente la potencia de crecer mucho más cada año, y mejor.