(Foto: Reuters).
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Paul Rebolledo

Los activos financieros de mayor riesgo han caído abruptamente desde la semana pasada tras acumular rentabilidades extraordinarias durante los primeros siete meses del año. Así, solo en las últimas 7 jornadas (al martes último) la bolsa americana (índice S&P) perdió 4%. No obstante, acumula una rentabilidad de 15% en el año. 

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¿Cuáles son los factores que llevaron a los inversionistas a tomar más riesgo y que ahora aparentan revertirse

Un primer factor se centra en la expectativa puesta en el inicio de una política de recortes de tasas de interés por parte de la Ante una eventual mayor liquidez y menores rendimientos en la plaza americana, los inversionistas se animaron a buscar mayores rentabilidades en acciones y activos de mercados emergentes (bonos, acciones y monedas), aceptando más riesgo. La semana pasada, la FED recortó sus tasas de interés por primera vez desde el 2008; sin embargo, dejó entrever que esta decisión no iniciaba necesariamente un ciclo de rebajas, lo cual decepcionó al mercado. 

Una segunda variable se basa en la confianza tácita en que las tensiones comerciales entre EE.UU. y China se resolverán. Ello sería grato para el mercado en materia de crecimiento de utilidades como producto de un mayor comercio. Sin embargo, desde hace un tiempo, ambos países impulsan una retórica desafiante que entorpece una eventual resolución. En su punto más álgido, el presidente de EE.UU. propuso nuevos aranceles a las importaciones chinas, mientras que China permitió depreciar su moneda a niveles no vistos desde el 2008.  

Estos hechos han terminado generando preocupaciones sobre el efecto contagio de un agravamiento de las tensiones comerciales en el resto de economías del mundo (vía caída de precios de metales, menor producción industrial, entre otros canales), a pesar de probables recortes de la tasa de interés en EE.UU. más adelante en el año. En estas circunstancias, los mercados han sentido un “baldazo de agua fría” y han vuelto a poner sus ojos en una economía global en proceso de desaceleración.  

En el frente local, el reciente proyecto de adelantar las elecciones tendrá un impacto negativo directo en la inversión privada, motor de la economía. La mezcla de factores externos e internos produjo una caída en los precios de las acciones de la bolsa limeña (que borró todas sus ganancias del año), una depreciación del sol (2,5%) y de los bonos peruanos (pérdida de 0,7% en los últimos días, aunque ganan cerca de 14% en el año). 

Aunque no se descarta un rebote de los mercados en los siguientes días, este escenario macroeconómico (añadiendo ‘brexit’, desaceleración brusca de Europa y riesgos geopolíticos) provee elementos para tener mayor cautela en la toma de riesgos. Así, una mayor proporción de liquidez y de activos menos correlacionados con el ciclo económico (real estate, servicios públicos, renta fija prime) podría amortiguar los efectos nocivos de un eventual agravamiento de las condiciones financieras.