(Foto: Bloomberg)
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Redacción EC

(Informe IPE-El Comercio) El sábado, el cumplió oficialmente 197 años como una república independiente. En estos casi dos siglos, el país ha enfrentado una serie de ciclos económicos contractivos y expansivos que sirven para poner en contexto lo experimentado por el Perú en los últimos años.

GUERRA DEL PACÍFICO
Estudios de Bruno Seminario, economista e investigador de la Universidad del Pacífico, ayudan a entender las transiciones de largo plazo en la economía peruana.

De manera poco sorprendente, el principal ciclo contractivo durante el siglo XIX se produjo entre 1878 y 1883 en el contexto de la Guerra del Pacífico. En este período, el registró una caída acumulada de 56%; es decir, en cinco años, la producción nacional anual se redujo en más de la mitad.

Los sectores económicos más afectados fueron la construcción (-87%), la manufactura (-66%) y el comercio (-62%). Además, el conflicto con Chile significó la destrucción del aparato productivo destinado a la exportación, el cual representaba aproximadamente un cuarto de la producción nacional antes de la guerra.

El primer ciclo de reconstrucción posguerra (1884-1894) se caracterizó por un crecimiento significativamente volátil. El crecimiento del PBI tuvo picos de 25% y años de caída de hasta 7%.
Ello se tradujo en una caída acumulada del PBI de 4%, la cual se explica, principalmente, por el desempeño negativo de los sectores servicios (-28%) y construcción (-10%).

Los principales factores que explicaron esta alta volatilidad fueron la firma del Contrato Grace, que permitió la culminación de la construcción del Ferrocarril del Centro; el colapso del precio de la plata en 1892; y la profunda inestabilidad política que culminó en la revolución civil de 1894.

IPE
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LA RECUPERACIÓN DE LA POSGUERRA
La economía peruana inició su proceso de expansión más largo en 1895. Este se benefició de un clima político más estable y de un mejor aprovechamiento de la infraestructura ferroviaria.

Durante este período (1895-1921), que coincide con la llamada República Aristocrática, la economía creció a un ritmo promedio de 5,2% anual. Así, a partir de un notable incremento de las exportaciones –casi se quintuplicaron en este período–, el gasto de gobierno y el consumo privado, la producción se multiplicó 3,7 veces.
Al respecto, cabe mencionar que las exportaciones representaron cerca del 27% del PBI y se componían principalmente de productos agrícolas y mineros.

GRAN DEPRESIÓN
El Perú ha estado durante mucho tiempo sujeto a los vaivenes de los mercados internacionales. Un segundo período contractivo (1929-1932) se produjo luego de la fuerte caída del mercado de valores de Estados Unidos en 1929. La crisis internacional provocó una caída generalizada en los precios de las principales exportaciones nacionales.

Por ejemplo, los precios del cobre, el azúcar y el algodón –los cuales significaban en promedio el 47% del valor exportado entre 1929 y 1932– cayeron a un ritmo promedio anual de 28% entre esos años. Con ello, el valor exportado se redujo de US$134 millones en 1929 a tan solo US$38,1 millones en 1932.

En este período, la producción nacional registró una caída acumulada de 22% debido, principalmente, a la disminución de la inversión (-78%) ante las menores cotizaciones internacionales. Aun cuando el ciclo contractivo tuvo una corta duración y durante el siguiente lustro se registró un crecimiento promedio anual de 7%, recién en 1948 se logró recuperar los niveles de inversión y exportaciones anteriores a la crisis internacional.

SEGUNDA EXPANSIÓN
El siguiente período de expansión fue impulsado principalmente por la recuperación de la minería, especialmente el cobre, y el desarrollo de la industria. Entre 1943 y 1967, la economía tuvo un crecimiento anual promedio de 6%.

Según investigaciones de Rosemary Thorp, a partir de 1948, las políticas de liberalización económica aceleraron los planes de inversión minera en el país durante los siguientes años. Dadas estas condiciones, con el inicio de las operaciones del yacimiento de Toquepala (1960), la producción de cobre se multiplicó 7,8 veces entre 1945 y 1969 e incrementó su participación dentro de las exportaciones, al pasar de 10% en 1945 a 32% en 1970.

ALAN I
Un tercer ciclo contractivo (1987-1990) ocurrió durante el primer gobierno del presidente . Si bien el período de caída fue corto, resultó muy severo. Así, entre 1987 y 1990, el producto se contrajo en un cuarto, según el BCR. Esto se tradujo en una caída acumulada de 19% en la inversión privada y de 43% en la inversión pública. El desastre macroeconómico también significó el período inflacionario más alto del Perú.

(Foto: Caretas)
(Foto: Caretas)

El impacto de este ciclo contractivo también afectó la productividad total de factores (PTF). Según el estudio de Seminario, la PTF se redujo a la mitad entre 1987 y 1990. Con ello, en menos de un lustro, el nivel de la productividad de finales de 1990 retrocedió casi 75 años, hasta un nivel similar al registrado en 1915. Por el contrario, la productividad de Chile aumentó en 5% en ese período, según el informe del Penn World Table.

REFORMAS ESTRUCTURALES
El último ciclo de expansión se registra desde inicios de la década de 1990, a partir de las reformas estructurales implementadas para superar la debacle anterior.

Dichas reformas, basadas principalmente en la apertura comercial y mayor participación del sector privado en un régimen de libre mercado, permitieron un crecimiento acumulado del PBI de 41% entre 1990 y 1997.

Luego de una breve desaceleración entre 1998 y el 2001, la economía continuó el ciclo expansivo hasta el 2012. En esta segunda parte, se consolidó el ‘boom’ de la exportación de productos tradicionales y no tradicionales, así como una notable expansión de la inversión privada. Entre 1990 y el 2017, el PBI se ha multiplicado 3,4 veces, por un fuerte incremento de dichos factores.

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