Maritza Saenz

Dos panoramas se marcan para este año, según la perspectiva de Mapfre Economics en su informe “Panorama económico y sectorial 2025″. Un primer escenario base y optimista muestra un crecimiento global de 3,1% y otro escenario, más retador, registraría un avance de 2,9%.

Gonzalo de Cadenas-Santiago, subdirector general de Mapfre Economics, explica que el escenario base se caracteriza por una disminución de los riesgos geopolíticos como las tensiones entre EE.UU. - China, el conflicto Rusia-Otan, la inestabilidad en el Oriente Medio y de los problemas de gobernanza local de cada país.

“Esperamos una desescalada en múltiples narrativas, tanto arancelarias, como de conflictos bélicos. Y, un desentendimiento del sistema de gobernanza popular. Esperamos cierta prudencia y vuelta a la normalidad en el corto plazo”, precisó.

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Con dicho escenario, Estados Unidos crecerá 2,5%, la Eurozona 1,1% y los países de América Latina 1,6%. En tanto, Asia crecería 4,4% y China llegaría a 4,3%.

Sin embargo, todavía hay un escenario adverso que compromete el crecimiento mundial y dependerá del “balance de los riesgos, las medidas de Trump y la reacción de los mercados a estas”, explicó Cadenas-Santiago. Aquí, el crecimiento del país norteamericano no se compromete (se mantiene en 2,5%), pero América Latina crecería 1,3% y Asia 4,1%.

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“En América Latina vamos a experimentar una serie de riesgos de una posible menor inversión extranjera directa en determinados países, sobre todo aquellos que han dado señales de acercarse a acuerdos comerciales transatlánticos”, agregó.

El movimiento de las inversiones extranjeras directas podría centrarse en algunos casos en EE.UU. y otros en China, debido a una reconfiguración de cadenas de suministro.

Dólar se fortalece ante monedas de Latinoamérica y el euro

Las monedas de mercados emergentes percibieron una apreciación desde el segundo semestre del 2023; aunque en el 2024 la tendencia fue contraria, a excepción del sol peruano, beneficiado por los precios del cobre.

En el 2025 no se observan mayores cambios en las monedas emergentes hasta el momento; aunque la administración de Trump, en la que destaca su imposición de aranceles, podría apreciar el dólar en el corto plazo.

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Hay muchos motivos para pensar que tendremos un dólar más fuerte en Europa y en América Latina. Esto se debe a diferentes motivos: por la ganancia de fortaleza comercial que ansía Estados Unidos, porque quiere dejar de ser un importador neto de ahorro y por los problemas de liquidez y vulnerabilidad financiera de corto plazo que pueden tener determinados mercados”, destacó.

Situación en el Perú

Según el informe, el Perú mejoró su actividad económica en el 2024, gracias a la demanda interna y la disminución de la inflación. En un buen escenario, en el 2025 se podría crecer 2,8%; aunque, en condiciones desfavorables llegaríamos a 2,6%.

Si bien las reservas internacionales aumentaron y la balanza comercial se mantuvo con superávit, depender de los precios internacionales y el crecimiento del déficit fiscal son los grandes retos que ponen en peligro mantener la senda de recuperación.

Otros riesgos que atraviesa nuestra economía incluyen la incertidumbre política y la volatilidad de las materias primas. El débil crecimiento de nuestros socios comerciales se convierte en una amenaza externa, al igual que el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales. Las perspectivas son inciertas, pese a la resiliencia macroeconómica del país, que goza de una deuda pública baja, altas reservas internacionales y acceso favorable a mercados internacionales.

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