Los cultivos de maíz amarillo registraron un incremento de 2,1 % en los primeros meses de la campaña agrícola 2022/2023. Esto debido a las mayores áreas de siembras en la región Selva. Los departamentos que mostraron un mayor aumento fueron San Martín (39,2%), Piura (45,0%), Ucayali (30,9%) y Amazonas (5,7%), según informó el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego.
La oferta de maíz amarillo duro está constituida por las importaciones que representan un 77% y la producción nacional un 23%. En las últimas dos décadas, las importaciones se triplicaron mientras que la producción nacional solo creció en un 33%. La fuerte competencia internacional, los problemas estructurales y la falta de competitividad, son los factores que limitan el desarrollo productivo.
De acuerdo, a la publicación de la Dirección de Estudios Económicos (Midagri, 2022), el commoditie maíz amarillo duro muestra que la producción en el tercer trimestre del 2022 disminuyó en un 3.9% respecto al similar periodo del año pasado. Situación diferente a la del 2021 que se incrementó en 12,6% respecto al 2020.
El motivo de la baja producción sería el impacto por los altos precios de fertilizantes químicos y otros insumos, que afecta a los ingresos de los pequeños y medianos productores, los que han impactado en menores rendimientos (-6,5%).
Cabe señalar, que para la campaña agrícola 2022/2023 se estimó que las siembras alcanzarían un total de 296,202 hectáreas, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Intenciones de Siembra (2022). Además, las condiciones climáticas serían favorables para el desarrollo del cultivo del maíz amarillo duro; lo que conllevaría que los productores puedan incrementar sus siembras y tener la posibilidad de comercializar sus productos a mejores precios.
Producción mundial de maíz amarillo
Por otro lado, la producción mundial de maíz amarillo duro para la campaña agrícola en el periodo 2022/2023 descendería en 1 millón 168.000 toneladas, lo que significa un 4,0% menos respecto a la campaña anterior.
Las razones principales se deben a las condiciones agroclimáticas adversas en el hemisferio norte y los efectos del conflicto bélico en la zona europea.
En relación a los precios internacionales, en marzo de 2022 llegaron al nivel más alto de los últimos ocho años, de ahí que el maíz del Golfo USA se cotizó en US$ 360 por tonelada y el maíz argentino alcanzó US$ 336 por tonelada.
En medio de indicios de desaceleración económica mundial que podrían mantenerse en el 2022 y prolongarse hasta mediados del 2023, hay una presión por una mayor demanda de maíz amarillo duro, que podría disminuir las cotizaciones, como se observa desde el mes de abril de este año.
Sin embargo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las perspectivas de una menor producción de maíz amarillo duro podrían contener el descenso de los precios internacionales y mantenerlos en niveles altos.
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