(Foto: El Comercio)
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En las últimas semanas, la huelga de profesores que parece no acabar ha llevado a que se ponga sobre la mesa una vez más la discusión sobre el presupuesto que destina el país a la educación. Antes, el debate nos había llegado por los pobres resultados en las pruebas PISA. Entonces nos preguntábamos cuál era el secreto de uno de los mejores modelos del mundo: Finlandia, que en reiteradas ocasiones ha destacado en la evaluación realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). 

Para muchas personas, como la economista finlandesa Noora Laitio, quien afirmó en conversación con el diario Gestión que cada dólar invertido en educación inicial se multiplica hasta en 16 veces, la respuesta se encuentra precisamente en el presupuesto que se destina a la . De acuerdo con Datos Macro, Finlandia invierte casi el 13% de su PBI en este sector.

Sin embargo, bajo la mirada de Trinidad Montero, del Centro de Medición, Evaluación y Certificación (CMEC) de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), esa no sería la única respuesta sobre el éxito del país nórdico.   

El Perú invierte menos del 3% del PBI a la educación
El Perú invierte menos del 3% del PBI a la educación

EL ROL DE LA EVALUACIÓN
La especialista coincide en que se observa una relación entre el porcentaje del PBI que se destina a la educación y la posición que ocupan los países en exámenes como las pruebas PISA. No obstante, añade que "no basta tener mayor porcentaje del PBI, sino se necesita saber en qué lo voy a invertir".  A nivel regional, Argentina destina el 6,2% de su PBI a la educación, pero Chile, que invierte el 4,6%, se encuentra más cercano al promedio de los países de la OCDE. 

"El porcentaje del presupuesto puede ampliarse por la inversión en infraestructura, por incrementar el salario de los docentes, por inversión en capacitación o en maestrías", comenta.

Afirma que para identificar los aspectos en los que será necesario invertir se deberá, previamente, realizar mediciones del sector como por ejemplo a través de evaluaciones a docentes y alumnos. "Si el 80%  de mi presupuesto se ha estado aplicando en matemática y  resulta que están saliendo mal en el tema de lectura, entonces como institución lo que me toca es reasignar recursos", dice.

Por la experiencia que tiene el centro que preside, al realizar los exámenes de admisión de diversas universidades, de Beca 18 o incluso las evaluaciones para la Presidencia del Consejo de Ministros o el Tribunal Fiscal, Montero indica que es correcto que las evaluaciones se centren en las competencias fundamentales (la competencia de lectura, matemáticas y redacción). Sin embargo, en el futuro se debería evaluar otras más.

"Antes se decía: necesitamos que sepan, y nos bastaba que los alumnos repitan el contenido. Nosotros no hablamos de que repitan sino de ir a ese enfoque de competencia. De observar si el estudiante es capaz de procesar la  información y generar una nueva información", finaliza.

EL DATO
​El Centro de Medición, Evaluación y Certificación (CMEC) es el primer centro del país orientado a la elaboración de metodologías para medir distintas competencias, tanto en instituciones educativas como entidades del estado o empresas.

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