(Foto: Pixabay)
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Agencia Bloomberg

A medida que América Latina perfecciona su enfoque en , los gigantes internacionales de la energía están liderando la carga para abandonar los .

El gigante francés anunció que cerrará centrales eléctricas a carbón en Chile al mismo tiempo que la estadounidense AES Corp. y la italiana Enel SpA se han comprometido a dejar de construirlas. Las medidas constituyen el lado menos atractivo de la conversión a energía limpia en la región, donde la inversión creció sobre 25 veces más rápido que la tasa global en el 2017.

"Hay un cambio claro en el mercado en América Latina y se está volviendo más explícito en las estrategias de las compañías", dijo James Ellis, gerente de Bloomberg New Energy Finance para América Latina. "Se está desarrollando un impulso para las energías renovables en la región y las empresas no quieren quedarse atrás".

Tome como ejemplo a Engie, para la que América Latina se ha convertido en la clave de su estrategia global de abandonar la producción de electricidad contaminante y aumentar las inversiones en energías renovables y gas natural. La región se dispone a recibir un tercio de las inversiones en dólares de Engie en el 2018, superada solo por su mercado local en Francia.

"Estamos cambiando completamente hacia energías renovables y utilizando lo que tenemos en el gas natural como respaldo para las nuevas tecnologías", dijo Philip De Cnudde, máximo ejecutivo de Engie para América Latina.

TRANSFORMACIONES

Engie planea reemplazar la capacidad de las centrales chilenas a carbón por energía renovable y se anunciarán más detalles en las próximas semanas. Chile, que genera cerca del 40% de su electricidad a partir de carbón, está presionando a las compañías eléctricas para que eliminen gradualmente las centrales dado que el país quiere frenar la producción de gases de efecto invernadero.

El alejamiento coordinado del carbón contrasta fuertemente con Estados Unidos, que genera alrededor del 30% de su electricidad a partir de carbón y donde los asediados propietarios de antiguas centrales nucleares y a carbón que alguna vez suministraron la mayor parte de la electricidad del país apelaron al Gobierno para ayudar a mantener sus centrales abiertas.

Al tiempo que abandona el carbón latinoamericano, Engie -cuya sede está en Courbevoie, Francia- también está comprando activos renovables y de gas natural en Brasil, construyendo nuevas centrales en México y Brasil, y participando en licitaciones de energía limpia en Perú y México.

El competidor AES también está tratando de diversificarse en Latinoamérica: su unidad brasileña apunta a obtener el 50% de sus ganancias a partir de fuentes renovables para el 2020. Engie y AES, junto con Enel y Colbún SA, acordaron no construir nuevas centrales a carbón en Chile sin sistemas de captura y almacenamiento de carbono para limitar las emisiones.

"En Chile, el carbón es una fuente de energía muy importante", dijo Cnudde. "Estamos trabajando junto con otras compañías para ver cómo podemos retirar el carbón de nuestras operaciones, sin poner en peligro al sistema".

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