Los gremios gastronómicos del país se reunieron con la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, para pedirle medidas que ‘salven’ al sector, debido que ya hay casi 100 mil restaurantes que cerraron ante el impacto de la crisis económica a consecuencia del COVID-19.
Según Javier Vargas, presidente de la Asociación de Restaurantes Marinos y Afines del Perú (Armap), entre los requerimientos del sector, para después de Semana Santa, está flexibilizar el toque de queda a partir de la medianoche.
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“El 50% de la facturación de la gran parte de los restaurantes es en la cena y eso se da entre 8 p.m. y 10 p.m., así que deberían modificar el horario del toque de queda”, precisó.
El presidente de Armap también manifestó que se pidió un trato especial del IGV, como lo han hecho otros países con la intención de reactivar la economía.
“La premier ha dicho que ese pedido de orden tributario es imposible porque los números de la Caja Fiscal no cuadran. En todo caso, deberían rebajar en un 7% el IGV y con eso vamos a promover la formalidad y se ampliaría la base tributaria”, refirió.
AFORO
Por su parte, Blanca Chávez, presidenta de la Asociación Peruana de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora Perú), consideró que ya no se debe aplicar restricciones de aforo y en el peor de los casos dejarlos con un 50% de ocupabilidad.
“Los protocolos del país son los más exigentes que hay en la región y los hemos cumplido con un metro y medio de distancia entre mesas, pero ya no debería haber aforo (actualmente del 30%), porque no somos focos de contagio porque siempre estamos cuidando la parte sanitaria en el salón y cocina”, sostuvo.
Además, Chávez propuso que deberían circular los autos particulares los días domingo, ya que perjudican las ventas en los restaurantes de la ciudad.
“Si bien el delivery ayuda un poco, pero no es tan significativo dado que representa el 15% a 20% de la facturación”, acotó.