El Índice de Precios al Consumidor de Lima Metropolitana aumentó 0,74% en enero, su valor más alto desde marzo del 2017 (entonces creció en 1,30%), reportó el INEI.
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En tanto, la inflación a nivel nacional en el primer mes del año fue de 0,81%, la tasa más alta desde julio del 2013 (cuando creció en 0,97%).
En detalle, el primer resultado del año de la inflación en la capital respondió significativamente al incremento en los grupos de Alimentos y Bebidas (+1,43%).
En este segmento, incidió el aumento del precio del pollo eviscerado, hortalizas y legumbres frescas; mientras que el de los pescados como bonito y lisa y el azúcar atenuaron la variación.
Por divisiones de consumo, también destacan el incremento de valores para el Alquiler de Vivienda, Combustibles y Electricidad (+1,11%), Cuidados y Conservación de la Salud con (+0,26%), entre otros.
EFECTO EFÍMERO
Carlos Casas, decano de la Facultad de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico, explicó que usualmente los precios de los alimentos se incrementan en los primeros meses del año, por lo que la inflación observada respondería a un factor de oferta.
“Con los alimentos hay factores estacionales. En verano suben mucho los precios por temas de escasez, entre otros”, refirió.
Luis Fernando Alegría, analista senior de macroeconomía y estrategia de Seminario SAB, coincidió con este punto acotando que, de excluirse las divisiones de alimentos y energía, la inflación de enero fue 0%.
“La aceleración vino por estos dos factores. En el caso de alimentos, por ejemplo, la arveja casi duplicó su precio y otros varios más estuvieron por encima del 50%. La oferta en estos se afectó”, precisó.
Casas indicó que el panorama de una demanda desanimada también habría incidido en el ánimo, principalmente, de los pequeños productores.
Por el lado del combustible, Eduardo Jiménez, jefe del Sistema de Información de Macroconsult, agregó que su variación responde al incremento del precio de los balones de gas, a raíz del valor del petróleo.
Los tres economistas coincidieron en que este incremento significativo es momentáneo y que se corregirá en los próximos meses.
“Para fines del primer trimestre ya se vería la corrección. Sin embargo, esto no significaría que no podríamos ver otro saltos en el resto del año, que respondan a factores puntuales, como debilidades en la demanda interna”, subrayó Jiménez.
Cabe resaltar que el Banco Central de Reserva (BCR) tiene estimado que el 2021 cerrará con una inflación que fluctuaría en el rango de 1,5% y 3%.
EL IMPACTO EN LOS BOLSILLOS
Alegría detalló que la inflación refleja qué tan más alto es el costo de vida respecto a hace un año. “Una mayor inflación implica que los precios están subiendo cada vez más rápido”, acotó.
El analista de Seminario SAB dijo que la importancia de mantener la inflación baja -labor que depende del BCR- es clave porque, en caso fuera demasiada alta, los ingresos de los peruanos perderían poder de compra.
“Si gasto S/100 en comprar cosas para la casa este año y la inflación es 2% el próximo año tendré que gastar S/102 para comprar las mismas cosas. Pero, si la inflación fuera 10%, tendría que gastar S/110 para comprar lo mismo”, ejemplificó.
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