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“Lo que ha pasado no es suficientemente fuerte como para cambiar la tendencia de apreciación del sol frente al dólar”
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Luis Miguel Castilla, economista y presidente ejecutivo de Videnza Instituto, conversó con El Comercio y advirtió que la constante volatilidad política en el Perú perjudica la confianza empresarial y la estabilidad institucional, afectando la recuperación económica. Sin embargo, señaló que el impacto económico inmediato será limitado y estará condicionado a la composición del nuevo gabinete y las prioridades que este define, sobre todo en materia de seguridad y procesos electorales libres y transparentes.
¿Cómo afecta la situación política que estamos viviendo a la confianza empresarial que se venía recuperando en los últimos meses?
Esto no ayuda definitivamente a esa recuperación, porque ahonda uno de los principales problemas del país, que es la fragilidad institucional y los cambios constantes en autoridades. Nunca hemos visto un periodo de tanta volatilidad política y esto es contrario a personas que buscan un marco de certidumbre. Entonces, esta situación afecta, pero todavía es prematuro para saber cuánto es la afectación de corto plazo, porque creo que va a depender de quiénes conforman el nuevo gabinete que se nombre y cuáles son las prioridades que se van a ejecutar. Hasta ahora lo que ha dicho el nuevo presidente me parece que es correcto; se enfocará en dos temas, la crisis de seguridad en la que vivimos y asegurar elecciones libres y limpias. Eso es un inicio, pero hay que escuchar más detalles y, especialmente, ver cuál va a ser el equipo que lo va a acompañar.
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¿Cree que la situación política tiene impacto económico más fuerte en el largo plazo o en el corto plazo?
No creo que esto vaya a afectar tanto el corto plazo porque, de por sí, es algo que ya hemos venido viviendo en el tiempo, y ha habido una especie de desacople entre la inestabilidad política y el hecho de que la economía esté creciendo. En general, los indicadores macroeconómicos son estables. Pero, si a largo plazo no resolvemos y no logramos un mínimo de estabilidad política en el país, esto sí nos puede poner en un club de países donde no queremos estar. Es difícil tener una previsión de largo plazo y eso implica tener un gobierno que tenga mayoría en el Congreso. Necesitamos un Congreso más responsable y que rinda cuentas por sus actos, cosa que no estamos viendo en la actualidad. En el largo plazo, si no resolvemos estos problemas, van a haber muchas inversiones que se van a retraer, especialmente si implican contratos a largo plazo con un Estado que ha devenido en ser muy volátil y muy cambiante.
¿Podríamos ver una paralización de inversiones y o de toma de créditos para lo que resta del año?
No creería, porque en general, si miras los indicadores macroeconómicos -la baja inflación, las tasas de interés-, los riesgos han venido por los temas externos y no tanto por los temas internos. Siempre puede haber sorpresas, pero creo que esto es parte del desacople. Obviamente, a medida que se van acercando las fechas de elecciones y dependiendo de cómo vaya ese panorama, puede que haya un freno en decisiones de otorgar créditos de largo plazo.
De otorgar créditos o de demanda de créditos. Es decir, las personas podrían pausar sus propias decisiones de inversión.
Por supuesto, es parte de la incertidumbre que no solamente afecta a los inversionistas, sino también a los hogares. Los ciudadanos no se van a meter a una hipoteca de largo plazo si saben que finalmente no se va a respetar la seguridad jurídica o hay un planteamiento antisistémico. Todo eso va a ser producto de cómo se desarrolle la campaña y acá hay un actor nuevo, uno que no teníamos antes: el Senado. El Senado tiene una importancia muy grande a futuro y, probablemente, muchos no sepan exactamente cuál es su rol (…) Probablemente este no sea el mejor entorno para tomar decisiones de gasto y eso puede frenar la economía. Yo creo que con esta situación superar el 3% va a ser muy difícil.

¿Podríamos esperar un 3% de crecimiento ‘clavado’ para este 2025?
Creo que ya está casi jugado el año, pero hay un gasto estacional. Por ejemplo, el sector público puede sufrir cierto nivel de paralización si es que hay cambios muy grandes en los ministerios. Recordemos también que los gobiernos regionales y locales ya están ávidos por acabar obras, dado que ellos también entran en su propio proceso electoral. No creo que haya tanta afectación (económica), es un tema institucional, de gobernabilidad y de estabilidad que ahora está en la cabeza de todos. El Perú no puede seguir en este ciclo. Está probado que un gobierno que no tiene mayoría en el Congreso no acaba su mandato. Hay también abuso de parte del Congreso de conceptos como la vacancia que se han tratado con mucha ligereza, a mi criterio.
Hemos visto ayer un dólar muy debilitado. ¿La situación local afectó de alguna manera la cifra de cierre de la cotiazación de ayer (S/3,42 por dólar)? ¿Qué podríamos esperar para los próximos días?
El debilitamiento del dólar básicamente responde a lo que pasa en Estados Unidos. Y, también responde, por otro lado, al hecho que tengamos precios récord de nuestros términos de intercambio; el precio del oro supera los US$4.000 la onza. Esos son factores predominantes. Probablemente haya ciertas cosas que se puedan despejar una vez que sepamos quiénes van a ser las autoridades, especialmente quién estará frente al Ministerio de Economía y Finanzas. Si eso se dilucida rápido y se mantiene relativamente controlado el manejo fiscal del país, creo que lo predominante va a ser lo que pasa fuera del país. Lo que ha pasado localmente no es suficientemente fuerte como para cambiar la tendencia de apreciación del sol frente al dólar. Los temas externos pesan de sobremanera en la actual coyuntura.











