El BCR precisó que las reacciones del mercado ante la guerra comercial han sido "ligeramente exageradas", hecho que viene impactando en el precio del cobre y del zinc.
El BCR precisó que las reacciones del mercado ante la guerra comercial han sido "ligeramente exageradas", hecho que viene impactando en el precio del cobre y del zinc.
Redacción EC

El repunte de la actividad económica ha llevado a que se empiecen a ajustar hacia arriba las proyecciones de crecimiento del para este año, que ahora apuntan a una cifra cercana al 4%. Esa tasa estaría por encima de la esperada, pero aún lejos de la que necesitamos para seguir cerrando la .

Aunque la representa solo el 9,8% del PBI nacional (mucho menos que la percepción generalizada), la economía peruana depende en gran medida de lo que ocurra con la demanda y precios de los minerales, particularmente del . Después de todo, el Perú es el segundo mayor productor del mundo del metal rojo, que explica más del 50% de la producción y exportaciones mineras del país.

Existe una alta correlación entre la cotización del cobre y el desempeño de nuestra economía, lo que significa que a mayores precios, mayor será su efecto positivo en el PBI. Basta hacer un poco de historia para constatarlo.

Así, encontramos que en el gobierno de (2001-2006) crecimos a una tasa anual de 4,8%, en momentos en que el cobre se cotizaba a un promedio de US$1,28 la libra. Pero cuando su precio se disparó rompiendo la barrera de los US$4, durante el mandato de Alan García (2006-2011), pasamos de crecer a una tasa de 6,9%. Es decir, en el ‘boom’ de los commodities nuestro ritmo aumentó más de 40%.

Con se acabó la fiesta. Para mala suerte, las cotizaciones comenzaron a bajar precisamente cuando inició su gestión en el 2011 y con ellas nuestro crecimiento se desaceleró paulatinamente. En ese quinquenio, el precio del cobre rondaba los US$3 y la expansión fue de 4,7% como promedio anual. En perspectiva, el resultado seguía siendo bueno, pero marcaba un claro cambio de tendencia.

El cobre volvió a caer a menos de US$2, antes de recuperarse un 40,5% y saltar hasta los US$3,20 la libra durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (julio 2016-marzo 2018). Sin embargo, no lo aprovechamos. Por primera vez en lo que va del siglo, la economía no acompañó el alza (en el 2017 el PBI creció apenas 2,5%).

Para complicar más las cosas, los metales industriales han sufrido un fuerte impacto en las últimas semanas por la intensificación de la guerra comercial iniciada por Estados Unidos.

De hecho, el cobre ya cotiza por debajo de los US$2,80 la libra, su menor nivel en un año. Pese a ello, no todo está perdido en los tres años que le quedan en el cargo al presidente Martín Vizcarra.

En particular, juegan a favor del precio del cobre el que China se haya embarcado en un programa de modernización de su infraestructura eléctrica. Lo mismo se puede decir del proceso de transición hacia una economía de mayor uso de electricidad, impulsado en todo el mundo para reducir las emisiones con combustibles fósiles.

Si a ello se llega a sumar el fortalecimiento de la economía de la India y de otros países emergentes, seguirá existiendo un amplio margen para sostener el precio del metal.

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