La ruta de corto y mediano plazo

Desde el último trimestre del año pasado, la economía peruana ha empezado a crecer a tasas de entre 4% y 5%, pero por un tema más de rebote cíclico que de potencial. El crecimiento del producto potencial es de una tasa cercana al 3,7% –según estimados del BCR–, por lo que se necesitan políticas que lo impulsen para que sea sostenible crecer a los niveles actuales.

► MEF aprueba directiva para impulsar ejecución de proyectos de infraestructura y de servicios
► MEF dicta medidas para funcionamiento del equipo que seguirá proyectos de inversión

En ese objetivo, el Ejecutivo trabaja en un plan nacional de competitividad y productividad que permita generar nuevos motores para la economía peruana. El desarrollo de infraestructura orientada al cierre de brechas es el primer eje de esta política.

Por ello, el Ministerio de Economía (MEF) ha aprobado una directiva para que el Sistema Nacional de Programación Multianual y Gestión de Inversiones (Invierte.pe) asegure que la inversión pública responda sobre todo a criterios de calidad y agilice su ejecución.

Así, para garantizar la calidad del gasto público en los proyectos tanto del gobierno nacional como de los subnacionales, el viceministro de Economía, Hugo Perea, afirma a El Comercio que el Invierte.pe exigirá la evaluación de la rentabilidad social (el impacto que tendrá sobre la población) de todos los proyectos de infraestructura. 

Según Perea, esto permitirá aprovechar mejor los recursos en proyectos que mejoren la calidad de vida de la población, en vez de monumentos u obras que no serán aprovechados. “En todas las obras, se exigirá un ejercicio de rentabilidad social del proyecto. En algunos casos –si se establece que el proyecto es complejo–, requerirá un estudio más profundo de rentabilidad social y de perfil”, asegura Perea.

Por ejemplo, en proyectos de infraestructura de montos superiores a los US$500 millones, Perea dice que se exigirán estudios de preinversión, factibilidad y evaluación de la rentabilidad social más sólidos. 

Por otro lado, en la búsqueda de agilizar la formulación de los proyectos, la normativa introduce el desarrollo de fichas técnicas estandarizadas que sean fáciles de desarrollar.
Esto, dice Perea, ayudará a dinamizar la inversión pública en el mediano plazo y mantendrá encendido un motor de crecimiento, dado que por cada sol adicional que se destina a gasto de capital aumenta el PBI en S/1,96. 

EN EL CORTO PLAZO
Perea dice que, en la actualidad, el MEF mantiene en revisión sus pronósticos sobre la economía. Pero la proyección vigente para este año es que esta alcance un ritmo de crecimiento del 4,2%, lo que incluye un incremento de la inversión pública de alrededor del 4%.
Para que la evolución de la inversión pública sea positiva en el corto plazo, Perea afirma que el MEF se ha puesto a disposición de las nuevas autoridades en el caso de que requieran algún tipo de asistencia técnica, ya sea para la formulación de sus proyectos, resolver dudas sobre el marco de contrataciones del Estado o presupuestales. 

“Esperemos que las medidas que se han tomado de manera preventiva, citando con anticipación a las autoridades elegidas, tengan los efectos esperados para que este año no se presente una desaceleración tan marcada de la inversión pública”, comenta el funcionario.

De esta manera, las políticas del MEF en el corto plazo están orientadas a consolidar el rebote cíclico y en el mediano plazo a fomentar la competitividad y productividad de la economía. Justamente, Perea asegura que en los próximos días el presidente de la República, Martín Vizcarra, junto a su Gabinete, presentará de forma oficial los alcances de esta política y en menos de 180 días el MEF publicará los planes concretos para materializarla.

EMPLEO
Perea sostiene que el crecimiento del empleo de este año será mayor que en el 2018, debido al liderazgo que tendrá la inversión privada en la expansión del PBI.

El funcionario detalla que la actividad económica contará con el impulso de los proyectos de inversión en minería que se anunciaron el año pasado y que hoy están en ejecución. A estos se sumarán los proyectos en infraestructura que fueron concesionados en el 2018 y los que se concesionarán este año. No obstante, el viceministro señala que el principal riesgo para la economía peruana es el entorno internacional. Perea considera que el riesgo externo es más retador que el año previo, producto de que una desaceleración de la economía china más allá de lo previsto afecta negativamente al país. Pero, al mismo tiempo, Perea dice que el país cuenta con fortalezas tanto por el lado fiscal como monetario que le permitirían afrontar un contexto adverso.

“Por ejemplo, la emisión de bonos por S/10.500 millones, en moneda local, que el Perú hizo a finales del año pasado, es una validación clara de las políticas macroeconómicas que se hacen en el país”, concluye el viceministro.