
La semana pasada fue muy agitada para Petro-Perú. Y es que la petrolera tuvo que salir a apagar, con promesas de dinero y donaciones, dos potenciales conflictos sociales, uno con los pescadores de Talara y otro con los nativos del lote 192 (Loreto).
Esto, en un escenario desafiante, pues el ministro de Economía y Finanzas, José Salardi, ha señalado que “no va a haber un solo sol (más)” para la estatal.
MIRA: ¿Problemas en la refinería de Talara?: La planta de producción más valiosa se habría averiado y estaría detenida
Precisamente, para calmar las aprehensiones del Ejecutivo, la petrolera convocó ayer (17 de febrero) a una conferencia de prensa en la que aseguró que “han logrado estabilizar al enfermo”.
“Esa era nuestra meta: ponerle los torniquetes, como dicen los médicos, para que la empresa no siga sangrando”, refirió Alejandro Narváez, presidente de la estatal.
Como prueba de ello, dijo que Petro-Perú cerrará el 2024 con una pérdida de US$805 millones, y ya no de US$1.030 millones, según proyectaba la administración anterior (de Oliver Stark).
“Hay una diferencia de aproximadamente US$200 millones menos porque, si se hubiera mantenido la misma política de gestión vigente al 8 de noviembre, cuando yo asumí la dirección de Petroperú, probablemente el 2024 hubiese terminado con una pérdida de US$1.030 millones o incluso más”, refirió.

Adelantó, también, que cerrará el 2025 con una utilidad de US$105 millones y un market share de 38% en el mercado de combustibles (13 puntos porcentuales más que el actual).
Planta de FCK
Para lograr esto, Narváez indicó que un puntal fundamental será la estabilización y optimización dela nueva refinería de Talara, la cual “opera ya al 100%”.
Se trata, sin embargo, de una afirmación incorrecta. Y es que este Diario supo, días atrás, que la planta de Flexicoquing (FCK), la más valiosa de la refinería, se encuentra detenida completamente desde mediados de enero.
Esto, debido a una serie de desperfectos ocurridos en vísperas de Navidad, según comentaron tres fuentes del sector.
Consultado sobre el particular, Oscar Vera, gerente general de la estatal, reconoció que la planta de FCK se encuentra “en stand bye”, pero negó que ello se deba a un desperfecto.
Por el contrario, el funcionario aseguró que la paralización obedece a una decisión comercial deliberada. Esto, debido a que la refinería no está procesando “desde hace varios meses” crudos pesados, circunstancia que hace innecesaria la planta de FCK, pues esta se especializa en “procesar el corte pesado del crudo”.

Vera explicó que Petro-Perú ha tomado esta decisión porque el precio del crudo pesado, otrora barato, ha igualado al precio del crudo liviano, por lo que “en este momento es este último el que no ofrece un mayor margen de refinación”.
“En el momento en que vengan crudos pesados más baratos, lo procesaremos. Esa flexibilidad es la que tiene esta refinería a diferencia otras que no la tienen”, indicó.
Cesar Gutiérrez, expresidente de Petro-Perú, considera, sin embargo, que esta explicación es una excusa para esconder el hecho de que la planta de FCK se ha malogrado.
En primer lugar, el especialista advierte que no es cierto que los precios del crudo liviano (WTI) y el crudo pesado (Napo) - principal insumo de la nueva refinería – estén al mismo nivel.
Así, ocurre que, al 14 de febrero, el crudo WTI se cotizaba US$70,74 el barril, mientras que el Napo se cotizaba en US$63.
Y, en segundo lugar, apunta que la nueva refinería de Talara está orientada, precisamente, a procesar el crudo pesado Napo, diseño en el cual el FCK cumple una labor importante convirtiendo los residuos del proceso en productos de mayor valor agregado: gasolinas, diésel y GLP con bajo contenido de azufre.

“Si Petro-Perú va a detener la planta de FCK cada vez que los precios del crudo liviano y el pesado se igualen, ¿para qué invirtieron tanto en la nueva refinería?”, manifiesta Gutiérrez.
Vera indicó a este Diario que “en este momento están volviendo a arrancar” la planta de FCK y que es probable que el próximo mes se encuentre completamente operativa.
Auditoria de PWC
Otro desafío al que se enfrenta Petro-Perú es la entrega a tiempo de sus estados financieros auditados (del 2024), una labor que durante los últimos ocho años ha llevado a cabo la firma PwC.
Al respecto, Narvaez indicó que el 17 de febrero es la fecha límite que el directorio de Petro-Perú ha puesto para que PwC diga si está “interesado o no en auditar las cuentas del año 2024″.
“Si hoy día (ayer) no nos dan la respuesta, optaremos por otro camino. Empezaremos un nuevo proceso e invitaremos a otras empresas auditoras para que auditen nuestros estados financieros”, expresó.
Finalmente, el funcionario declaró que no está en sus planes la venta de la sede de la estatal en San Isidro, porque “es el alma y corazón del negocio de Petro-Perú”.

Por el contrario, indicó que la empresa ha dispuesto la venta o arriendo de 55 inmuebles, para lo cual ha formado una Comisión de Realización de Activos, la cual tiene un plazo de 16 meses para completar su cometido “de la mano de Proinversión”.
Este listado incluye todos los bienes inmuebles y predios de la estatal “con excepción de los activos críticos nacionales (ACN) y aquellos que sean necesarios para la operación de la empresa”.
TE PUEDE INTERESAR
- Crisis en lote 192: Asociación entre Petro-Perú y Altamesa peligra por insolvencia de esta última empresa
- Panaservice: La firma que busca consolidarse como el proveedor número uno de servicios de alimentación en sitios remotos
- Altamesa Energy abandona el país dejando una estela de deudas: ¿Cuál será el futuro del lote 192?
- Ley del hidrógeno verde: H2 Perú propone reglamento para gatillar las inversiones en este vector energético
- Congo vuelve a desplazar al Perú del 2° lugar en producción de cobre, gracias a inversiones chinas