(Foto: El Comercio)
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Redacción EC

Las crisis familiar llegó a su fin. Los miembros de la familia Calderón Volochinsky, que en conjunto poseen el 54% de participación de la cadena chilena de tiendas por departamento , informaron este viernes que han alcanzado un acuerdo en torno a la disputa desatada por la propiedad de la compañía.

 "Comunicamos que en base al respeto y cariño mutuo que siempre han prevalecido, los hermanos Calderón Volochinsky han resuelto sus diferencias en el seno familiar, recomponiéndose las confianzas mutuas", informó la familia en un comunicado.

El conflicto entre Verónica Calderón Volochinsky, la hija menor de la familia, y sus hermanos Lázaro, Michel y Andrés se hizo público en mayo. En aquel mes, la hija de Alberto Calderón y Patricia Volochinsky denunció la pérdida de participación accionaria debido a un aumento de capital en la compañía realizado en el 2011.

Dijo que la operación le generó un perjuicio económico de US$120 millones, por lo que presentó una acción prejudicial para acceder a una serie de documentos con el objetivo de preparar una demanda.

En el comunicado difundido hoy por la prensa chilena, el clan familiar informó que la disputa ha sido superada porque ya se aclararon los hechos.

"Quedaron claros los hechos del pasado y se valoraron los largos años de exitoso trabajo de los hermanos. Como familia de empresarios reafirmamos nuestro compromiso de seguir contribuyendo al desarrollo y bienestar del país", señaló la familia, según cita el Diario Financiero. 

EL DATO
Verónica Calderón Volochinsky tiene actualmente una participación de 7,9% en Ripley; mientras que sus tres hermanos 15,03% cada uno, según la prensa chilena. Cuando la crisis se hizo pública, Lázaro, Michel y Andrés ofrecieron cederle a su hermana el 2,5% de la compañía, pero ella rechazó la propuesta. 

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