Sobre "Chico encuentra chica"

RAÚL MENDOZA CÁNEPA (Click aquí para leer notas del autor)

La obra

La Asociación Cultural Plan 9 nos presenta una obra que cumple con una de las funciones esenciales del teatro: sensibilizar al espectador. Lo hace a través de “Chico encuentra chica”, una adaptación de la obra de Rebecca Gilman, que además aporta la mirada de su director, David Carrillo. Éste une todos los hilos de la madeja para confrontar las diversas perspectivas del acoso. 

Nos descubre, además, que los hombres tendemos a minimizar el problema “pateando la culpa y evadiendo la responsabilidad”. Carrillo señala que “nunca antes había entendido en carne propia el concepto de ‘vergüenza de género’”.  

El montaje es complejo, bien hilvanado, las actuaciones intensas. La obra fluye y captura desde que se abre el telón hasta el final.  

Gisela Ponce de León y Sergio Gjurinovic  protagonizan esta historia a través de dos personajes: Toño y Teresa.  No hay mayor preámbulo. Ambos se conocen en una cita a ciegas. Él se interesa en ella, pero ella no en él. No hay concordancia. No son almas gemelas. Pero él cree lo contrario. Ella le coloca un muro lo suficientemente sólido y grande para que él repare que nada puede existir entre ambos, ni siquiera la amistad.  Él no procesa el mensaje, persiste. 

Podría ser una historia de amor y la de él una persistencia válida con el colofón de un final feliz si es que Teresa no hubiera marcado claramente el límite. Él no lo quiere aceptar.  Cuando el cortejo culmina, toda opción se desvanece, se da inicio al acoso. En este caso el "No" de ella es la expresión de una voluntad indubitable y legítima,  no lo quiere en su vida. No hay nada que discutir.  Pero Toño es un caso partícular, cree que ella está ciega a la realidad. Insiste, la sigue, la llama, la abruma. Su presencia la invade. La atracción se vuelve amenaza, injuria,odio,confusión. Toño llega a espantar.  

¿Qué diferencia a un galante enamorado e indefensamente persistente de un acosador? Para quien no lo sepa puede darse una vuelta por el Teatro Larco. La mirada y sensibilidad femenina son abordadas en las dos horas que dura esta obra que no solo 'descosifica' a la mujer sino que  la extrae del mundo teórico y equívoco de los hombres para ubicarla en una situación concreta y tan turbadora como real. Para quien tenga solo el sesgo del ojo masculino, el drama le servirá para comprender y, acaso, para ubicar el Stop en la línea correcta. 

Stalkers

El acoso físico, acecho o stalking, no es el simple y episódico acoso callejero. Es una persecución ininterumpida e intrusiva. La psicología esquematiza a los stalkers según los casos, dividiéndolos en psicóticos y no psicóticos. Incluso ha llegado a categorizarlos en sus diversas variantes, desde los rechazados, los pretendientes ineficaces y los más peligrosos (patología de por medio): los depredadores.

Las buenas obras de teatro (como la que comentamos) complacen, aleccionan, sensibilizan y colocan los objetos en la claridad donde siempre debieron estar, apartándolos abruptamente de las sombras, esto es, de la ignorancia,la complicidad,  la indiferencia o el error. 

Nota: Hasta el 17 de de mayo en Teatro Larco (Avenida Larco 1036, Miraflores)

Reparto:

Gisela Ponce de León

Sergio Gjrunovic

Ricky Tosso (actuación especial)

David Carrillo (actúa y dirige)

Raúl Sánchez McMillan

Valquiria Huerta

Carol Hernández