La llama doble de la vida
La llama doble de la vida
Redacción EC

RAÚL MENDOZA CÁNEPA

El Nobel mexicano escribió sobre el amor  a partir  de sus diversas concepciones históricas. Para Paz (En “La llama doble”), el amor está en crisis porque la noción del alma  y de la persona ya no es lo que era.

Erotismo
Nos persuade el escritor  que el erotismo es ceremonia y representación, no es simple sexualidad animal.        
            

Paz escribe: “El más antiguo de los tres, el más amplio y básico, es el sexo. Es la fuente primordial. El erotismo y el amor son formas derivadas del instinto sexual: cristalizaciones, sublimaciones, perversiones y condensaciones que lo transforman”. Luego dice: “El sexo es el centro y el pivote de esta geometría pasional”. 

       

Este ensayo nos descubre que  el erotismo es invención y, desde luego, una variación que no cesa. Lo que no dice es que, a diferencia del sexo, el erotismo es un artificio, un quehacer de la cultura, una construcción de la sensibilidad y la inteligencia. Por eso el erotismo es variable, pero “el sexo siempre es el mismo”.
         

Paz menciona las dieciséis posturas básicas en los grabados de Giulio Romano: “...las ceremonias y juegos eróticos son innumerables y cambian continuamente por la acción constante del deseo, padre de la fantasía”. 
         
Amor y alma
Este autor ensayó una narración histórica sobre la filosofía del amor desde Grecia clásica hasta el tiempo contemporáneo.  Refiere una de las primeras apariciones del amor en  “El asno de oro (o la metamorfosis)” de Apuleyo.  Eros se enamora de la mortal Psique.  Se empieza a  visibilizar la presencia del alma en una historia de amor. 
         

 El amor a un cuerpo es incompleto, el amor a un alma es lo que torna en pleno  y genuino al sentimiento.  Platón  dilucida en su ideal la bondad del amor casto.  Separa el cuerpo del alma.  
         

Los siglos conservarían algunas de las más notables particularidades del amor. En el Medioevo, este es “un ideal de vida superior”.    Nace pronto el amor cortés.        
        

  Lo que inquieta la pluma de Paz es que la modernidad privó al amor de su sustancia sagrada de antaño. El amor se convirtió en “un instrumento de propaganda”.  Según su entender, los cambios han alterado la idea del amor porque “la noción de persona ha sido herida en su centro”.

El amor es doble
Como todas las creaciones del hombre, nos dice el escritor, el amor es doble, “es la suprema ventura y la desdicha suprema”.  Nos cuenta que Abelardo relató las peripecias de su vida bajo el título “Historia de mis calamidades”. Amó y por amar fue castrado. Señala con resignación que el amor está sujeto a las condiciones de la tragedia de la vida, al paso del tiempo,  a la pérdida de la belleza y de la juventud, a la enfermedad y a la muerte. 
       

 El amor es conciencia de muerte e intento por eternizarse en un instante. Cuando  tal fusión  se realiza, nada puede derrotar el momento cumbre del amor. Desde luego, ese instante de dicha habrá de dar paso, al dolor de dos criaturas mortales que se separan. 
       

El amor cambia, el dolor lo signa y le da plenitud. Está condenado a convertirse en otro sentimiento y a perecer con nuestra  propia mortalidad. 
     

 Sin embargo, la clave es precisamente esa, apostar contra el tiempo en un encuentro supremo, fugaz e imperecedero a la vez. “El tiempo del amor no es grande ni chico: es la percepción instantánea de todos los tiempos en uno solo, de todas las vidas en un solo instante”.

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