Jorge Paredes Laos

En el lado sur del Museo Metropolitano de Arte de (MET), en el sector conocido como el ala Rockefeller, se reabrirán a fines de mayo próximo las renovadas galerías dedicadas al arte precolombino de las Américas (Ancient American Art). En este espacio de casi cuatro mil metros cuadrados, el arte prehispánico peruano ocupará un sitio privilegiado. Max Hollein, director del MET, estuvo de paso por Lima, Trujillo y Cusco para promover la reapertura de las salas y reunirse con arqueólogos y especialistas locales.

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“Vengo con profundo respeto y gratitud hacia los colegas e instituciones peruanas, que han colaborado con nosotros, especialmente durante los últimos años para que esta reapertura se lleve a cabo, y básicamente para promover nuevas iniciativas y programas de intercambio”, dice Hollein en conversación con El Dominical.

- La relación del MET con el Perú es de larga data, ¿cómo definiría este intercambio?

Desde su origen, el MET como institución se ha preocupado por exhibir, investigar y comprender el arte no solo en un contexto global, sino en un canon histórico cada vez más amplio. Y en ese contexto el arte peruano ha sido muy importante para nosotros desde el inicio. No solo del periodo inca, sino de épocas más tempranas, por supuesto, como los moches y otros pueblos. Y como puede ver, el proyecto que estamos a punto de inaugurar es una reinvención del ala Rockefeller, con una colección compuesta por alrededor de 700 objetos. Pero también tenemos arte peruano en otras áreas del museo: instrumentos musicales, fotografías de los siglos XIX y XX (Chambi y Courret) y también contamos con una importante colección de pinturas de la escuela cusqueña. Lo más importante es que en el MET somos custodios de obras peruanas en un contexto global, permitiendo que millones de personas las vean, y permitiendo también que esto sea una incubadora de colaboración y nuevas iniciativas.

- ¿Qué es lo nuevo que mostrarán desde mayo a los visitantes del MET?

Lo primero que verán será, por supuesto, la estética y la escenografía. Hemos cambiado por completo la instalación anterior, con una iluminación muy teatral, muy dramática... Queríamos alejarnos de eso y ahora se verán salas con campos de luz natural, con una sensación y conexión muy contemporáneas. Y lo siguiente que queremos es realmente educar al público, no basta con decir esta es una sala de objetos de oro, sino buscaremos que se entienda la progresión, el ingenio y el desarrollo de ese arte y de quienes crearon esas obras. Esta es una capa muy didáctica y académica. Luego hay una tercera capa que muestra diversas voces hablando de los objetos, voces que incluyen a nuestros colegas peruanos, como el arqueólogo Walter Alva y otros que han participado de este proceso.

- ¿Y las piezas peruanas estarán en una zona especial o en diversos espacios de las salas?

Tenemos varios espacios que, básicamente, se deben a la cultura Inca, a los Moche, a los Wari. Están en espacios separados, pero con cierta fluidez. La comprensión se centrará en el arte peruano, pero en un entorno cultural andino más amplio. Y eso debido a la importancia de la cultura inca que en algún momento se extendió a diferentes áreas. Así que no pensamos en los límites nacionales actuales, sino nos centramos en que esta región ha sido un epicentro del desarrollo cultural durante siglos.

Además…

Fundado en el siglo XIX, en el MET se presentan colecciones que abarcan 5.000 años de historia, entre arte egipcio, griego y romano. En 1982 se inauguró del ala Michael C. Rockefeller dedicada al legado de las culturas autóctonas de América del Norte, Central y Sur, así como de África y Oceanía. Las galerías cerraron al público en el verano de 2021 para se reestructuradas. Su reapertura está prevista para el próximo 31 de mayo. 

- ¿Cómo describiría la colección peruana del MET? ¿Cuál es la pieza que considera más importante?

Creo que hay objetos y obras que son, diría yo, impresionantes, casi como si no existiera nada parecido en el mundo. Pienso, por ejemplo, en los paneles de plumas, tenemos nueve en exhibición. Estas obras son fascinantes y creo que serán también impresionantes para nuestros visitantes. Lo importante es que, por un lado, nos aseguramos de que la gente comprenda el arte y el ingenio, pero también estamos investigando a fondo cómo se hicieron. Actualmente, tenemos un proyecto de investigación con colegas en Lima, que nos permite saber si las aves en ese momento se alimentaban con maíz o bayas. Si se alimentaban de maíz, es propabable que hayan sido domesticadas y preparadas para este propósito.

- En este caso el contexto es muy importante…

Sí, absolutamente. Y también hay historias que hablan de la amistad y la camaradería. Tenemos un vaso de aleación del período inca que llegó a nosotros a partir de una historia fascinante. Alguna hubo un desastre natural en Texas, en Galveston, y murieron unas 8.000 personas, muchos niños quedaron huérfanos. Entonces, un orfanato en Lima envió este vaso a Estados Unidos para subastarlo en apoyo a las víctimas de Texas. Y fueron ciudadanos de Lima quienes también pagaron el impuesto de importación y luego alguien lo compró y lo donó al MET. Así que es una historia fantástica, por así decirlo, del apoyo peruano a Estados Unidos.

- Actualmente, en el MoMA se exhibe una pintura del artista indígena peruano Santiago Yahuarcani y el Guggenheim ha adquirido una obra de Sara Flores, artista de origen shipibo. ¿Tiene el MET pensado exhibir también arte indígena contemporáneo?

Sí, ayer vi la exposición de Sara Flores en el MALI. Fuimos allí con ese propósito… En realidad cuando abramos nuestra nueva ala de Arte Moderno Contemporáneo en 2030, queremos asegurarnos de que podamos presentar y reflejar adecuadamente el arte indígena del Perú, como parte de un desarrollo general muy importante. Actualmente, nuestra colección aún no está lista, pero se está trabajando en eso y es muy importante para nosotros porque, básicamente, conecta la tradición artística contemporánea con el pasado.

- ¿Cómo imagina el MET en las siguientes décadas?

Bueno, creo que el MET es un museo universal. No somos una galería nacional, sino un museo del mundo y para el mundo. Y creo que eso es más importante que nunca hoy en un entorno en el que la gente solo ve ciertas cosas dentro de su propia identidad. Creo que es fundamental aprender unos de otros, comprender otras culturas y celebrar una cultura humana compartida. Creo que hemos seguido esa trayectoria y vamos a enfatizarla cada vez más… Estamos cambiando aproximadamente una cuarta parte de nuestras galerías, intentando introducir nuevas narrativas, nuevas presentaciones que se alejen de una perspectiva eurocéntrica o incluso nuy occidental. Tener, por ejemplo, una colección de pintura cusqueña es importante porque nosotros siempre hemos tenido una colección muy sólida de pintura española y europea. Pero dijimos: “bueno, esto es solo una parte de la historia”… Así que en el futuro verán cómo el MET se integra cada vez más a un entorno global. En una época donde hay divisiones en la sociedad, los museos desempeñan un papel importante para unir a la comunidad, esto es hoy fundamental.

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