El Comercio conversó después de años de silencio con Osterling
El Comercio conversó después de años de silencio con Osterling
Redacción EC

MILAGROS LEIVA

Periodista

Acaba de cumplir 80 años...

Acabo de cumplir 80 y me va muy bien. Estoy muy agradecido a la vida, a mi patria, a mi familia.Soy un hombre agradecido, ya soy bastante mayor [...]

Sigue enseñando en la Católica.
Tengo 55 años enseñando en la Católica, en la Facultad de Derecho, allí estudié. Empecé a dictar el 1 de abril de 1957. El decano era mi maestro Domingo García Rada, el padre de los García Belaunde, un gran maestro[…]

PARLAMENTO
¿Está de acuerdo con el retorno de la bicameralidad?

Sin la menor duda. Los pretextos que dio Fujimori eran pueriles: lo que gastaba el Congreso de la República y el tiempo que se perdía. Lo del gasto, hoy en día con 130 congresistas, en soles constantes del año 92, le aseguro que triplica lo que gastaban dos cámaras que eran 180 diputados y 60 senadores, hoy se triplica o cuadruplica el gasto [...] 

...Los congresistas basan su éxito en esa producción...
No saben lo que están hablando. Cada ley que se dicta, si no es una idónea y adecuada, crea inestabilidad jurídica. Está cambiando lo anterior que podía haber estado muy bien. Todo el mundo quiere introducir cambios y se aprueban leyes que son muy peligrosas en algunos casos y en otros absolutamente intrascendentes.
El Congreso bicameral tiene la gran oportunidad de que estén bien elaboradas las leyes y que haya una revisión por el Senado.

¿...Tenemos un Congreso irresponsable?
No irresponsable, pero sí un Congreso que debido al voto preferencial es muy pobre. ¿Quiénes llegan? Los caciques provinciales, los que tienen mucha prensa y son más o menos conocidos, los que tienen dinero y pueden hacer publicidad. El voto preferencial es un elemento perverso. No sé cómo no lo han eliminado. El voto preferencial se dedicó a destruir los partidos políticos. A mí me consta. En el Partido Popular Cristiano hemos tenido personas absolutamente calificadas para ser congresistas, excelentes, pero no eran conocidas ni tenían los recursos económicos para hacer gran publicidad. Y otro problema es que las personalidades distinguidas e intelectuales, que hay muchas, no quieren ir .

*​El Comercio, 19 de agosto del 2012

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