En su columna semanal
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Jaime Bedoya

Todos tenemos pezones. Hombres y mujeres, niños y niñas. Y eso es así porque en el vientre materno todos empezamos a ser personas como mujeres. Sépanlo, varones.

A mediados de los años treinta, los hombres que osaban ir a las playas de Atlantic City en topless —eran tiempos de esas ropas de baño con bividí— acababan arrestados. Por entonces, el pezón masculino también era considerado obsceno. Pero hoy el hombre muestra su pecho con orgullo, así este venga ornamentado con la desconcertante pero digna presencia de los man boobs. La tetosterona declina y los hombres crecemos. Tetones del mundo, desterremos la vergüenza en torno a un hecho de vida.

Si es que miles de años de evolución no han eliminado en el género masculino la presencia de pezones —en aras de la tranquilidad, llamémoslos tetillas—, es porque estos son inofensivos. No hacen daño. No deberían ofender a nadie. Y menos gatillar un torrente de estupidez gratuita y desinformada, una de las especialidades de la casa que ofrece Internet a diario.

Pero, claro, el Perú es otra galaxia. Una nebulosa obtusa nublada por prejuicios premodernos que sorprendentemente se van reforzando más conforme nos alejamos del Medioevo.

Esta semana a la cantante nacional Pamela Rodríguez se le ocurrió la idea de anunciar por Facebook el listening party [1] de su último disco, llamado FFAA.

Listening party es una forma discutible, por huachafa, de referirse a la primera oída de su próximo disco. Pero, en fin, los artistas viven permanentemente obviando lo correcto y Rodríguez ha sido dos veces nominada a un Grammy Latino, así que, si quiere hacer un listening party, que lo haga.

El tema es que en el video que colgó en Facebook, que al cierre había superado las 25 mil vistas, era visiblemente notorio que la cantante no llevaba sostén debajo de su polo plateado manga larga.

Resultado peruano previsible: los pezones sugeridos y las tetas naturalmente anunciadas se convirtieron en el punto focal del video. Los comentarios eran patológicos, inquietantes por primitivos. Adiós, evento; chau, nuevo disco. El tema principal del anuncio digital era que estaba con las tetas al aire debajo de la ropa. Solo en el Perú una mujer sin sostén es una novedad, o peor aún, una incitación sexual.

Del nivel de los comentarios en Facebook [2] no hay mucho que decir salvo que hay personas que, al parecer, jamás han visto una teta. Madres, no subestimen la lactancia como fuente de construcción de la primera inteligencia emocional.

Y a usted, Pamela Rodríguez, mucha suerte con su listening party. Por favor, bajo ningún motivo se le ocurra asistir con sostén. Lo que libre nació, que libre se quede.

 

[1] Será en la Barra Verde de Morphology, el miércoles 31 de mayo a las 20:00. Entrada libre, según orden de llegada.

[2] Las reacciones deplorables se extendieron a la radio, donde se escuchó decir a un locutor que, si una chica ponía una imagen provocativa, era porque estaba dispuesta a esta clase de comentarios.

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