Cultura premiada, por Santiago Alfaro Rotondo

Por Santiago Alfaro Rotondo

Los premios son instrumentos de política pública dirigidos a reconocer las más destacadas expresiones y aportes a la cultura nacional. En tiempos republicanos han sido formulados durante períodos de auge de las artes y/o de expansión de la institucionalidad cultural. En 1891, la mecenas Adelina Concha, con el apoyo del Consejo Provincial de Lima, impulsó concursos de arte como parte del proceso de reconstrucción en la posguerra. Más adelante, distintos gobiernos crearon premios nacionales de cultura. Ello sucedió en 1942, al instituirse la Dirección de Educación Artística y Extensión Cultural del Ministerio de Educación; en 1974, luego del inicio operativo del Instituto Nacional de Cultura; y, finalmente, en el 2012, una vez constituido el Ministerio de Cultura.

El Premio Nacional de Cultura 2017 (PNC) le da continuidad, entonces, a una antigua política de valoración del talento y compromiso con el arte, la ciencia y la cultura. La convocatoria de este año cierra el 25 de agosto. Las postulaciones se podrán hacer en tres categorías: creatividad, trayectoria y buenas prácticas institucionales.

La primera premia la innovación dentro de un campo disciplinario y la segunda una obra desarrollada a lo largo de, al menos, 25 años. A ambas solo podrán presentarse personas provenientes de las artes escénicas y visuales, sectores priorizados en esta edición del PNC. La tercera categoría, por su lado, reconoce la contribución a la sociedad peruana de una organización cultural sin fines de lucro. En años anteriores han resultado ganadores personas e instituciones tan disímiles como el mismo sector cultural: desde Christian Bendayán hasta Carlos Germán Belli, desde la Asociación Arenas y Esteras hasta la Fundación Wiese.

El Ministerio de Cultura y PetroPerú confían que el premio no sea solo un aliciente para quienes lo reciben, sino también para el desarrollo de la creatividad de los ciudadanos, de la puesta en valor del patrimonio, de la investigación y, en general, de una sociedad más horizontal.