*Este artículo fue también citado por la investigadora argentina Ursula Argning en “Clorinda Matto de Turner: las contradicciones de una identidad en un universo acotado” ( 2010 ).
*Este artículo fue también citado por la investigadora argentina Ursula Argning en “Clorinda Matto de Turner: las contradicciones de una identidad en un universo acotado” ( 2010 ).

Dentro de breves horas se cumplirán cuarenta y cinco años de la muerte de Clorinda Matto de Turner. [...] Una de sus más famosas novelas es la que lleva por título Aves sin nido, a través de cuyas páginas da a conocer la vida de nuestros pueblos serranos, incidiendo en el drama social y mostrándonos la triste situación de nuestros indígenas. Cultivó también, con eficiencia, el periodismo, en el ejercicio del cual realizó patrióticas campañas.

Cursó sus estudios escolares en el antiguo Colegio de Educandas del Cusco. Allí demostró ya sus innatas aficiones por la literatura que se vieron cortadas por su matrimonio a temprana edad, diecisiete años para ser más exactos, con el ciudadano inglés John Turner, con quien se estableció en el pueblo de Tinta. Pero como lo anota uno de sus biógrafos: “Su felicidad fue pronto cortada por la muerte y requirió toda su entereza para salir a la defensa económica de su hogar. Solo hubo de doblegarse ante los inescrupulosos manejos de un ‘abogado mercader’. En aquellos parajes había perdido a los seres más amados —padres, marido, hijo—, había perdido sus bienes, y su espíritu salió fortalecido de aquella prueba”. Con posterioridad a estos hechos se trasladó a Arequipa, donde, vistas sus innegables condiciones literarias, se le dio el cargo de jefe de redacción del periódico La Bolsa. En ese cargo puso de manifiesto sus altas virtudes de patriota y de periodista, organizando la suscripción para equipar el batallón Libres del Cusco durante los agitados días de nuestro conflicto bélico con Chile. [...] en su patriotismo fue más allá de la simple prédica periodística, pues llegó a ofrecer su casa de Tinta, testigo de su corta felicidad, para que sirviera de hospital de sangre.

Terminada la guerra con Chile, se estableció en Lima; aquí se vinculó estrechamente con los círculos artísticos y literarios [...]. Colaboró en varias publicaciones, y en 1889 tomó a su cargo la dirección de la revista El Perú ilustrado, interesantísimo semanario en el que se encuentra registrada buena parte de la producción de los escritores de la época. Por estos años comenzó a publicar sus novelas. La más difundida fue Aves sin nido, editada en 1889 y que, sobre la base de su calidad literaria, mereció ser traducida al inglés años más tarde. Un crítico ha dicho de esta novela que el “título designa a un mozo que profesa afecto a una modesta doncella y, sin embargo, no puede hacerla su esposa, porque se le revela a tiempo que ambos son hijos de un cura”. Pero este conflicto sentimental, presentado para reclamar el matrimonio de los clérigos, es en verdad secundario. En Aves sin nido interesa la realidad social de los pueblos serranos. Los notables de Killac —cura, gobernador, juez de paz y satélites— aparecen allí confabulados para explotar a los indios: se les interponen dos generosos vecinos, que salvan de la miseria a una familia indígena; en represalia es planeado un asalto a la casa de los redentores, en cuya defensa mueren sus protegidos y aquellos notables descargan la responsabilidad en un pobre indio, a quien un leguleyo priva de sus vaquitas pretendiendo liberarlo de la prisión”. Tal, en líneas generales, es la trama de esta importante novela de Clorinda Matto de Turner, en la que, por primera vez, se llevaba a nuestra literatura el trascendental y cardinal problema del indio.

La notable escritora cultivó también —aunque no con la gracia y la amenidad de don Ricardo Palma— el género tradicionista. Escribió sus Tradiciones cusqueñas, libro en el que condensó valiosos datos recogidos de los archivos conventuales, de los de la Audiencia y de los labios de las gentes de su tierra nativa, la capital arqueológica de América. Otras interesantes novelas se deben a su fecunda pluma; tales son Índole, que participa también del carácter costumbrista de Herencia, cuya acción se desarrolla en Lima, ciudad de la que hace una acertada pintura costumbrista. Aparte de las Tradiciones cusqueñas y Leyendas editadas en dos volúmenes, escribió sobre el mismo tema Leyendas y recortes, en que recogió también abundantes aspectos costumbristas del Cusco.

Clorinda Matto de Turner. La autora de Aves sin nido fue una de las precursoras del derecho de la mujer a la educación.
Clorinda Matto de Turner. La autora de Aves sin nido fue una de las precursoras del derecho de la mujer a la educación.

Escribió también un drama histórico, Yma Sumac, que tiene como telón de fondo la época de la conquista del Perú; en esta pieza teatral aflora también su afán de traer a primer plano al indio y sus problemas. Clorinda Matto de Turner fue ardiente partidaria del Mariscal Cáceres y de su política, la que defendió ardorosamente desde las columnas del periódico limeño Los Andes. A la caída del héroe de la Breña, el caudillo triunfante la desterró por sus actividades políticas. Con este motivo viajó a Chile, Argentina y España, donde afianzó su prestigio como escritora y periodista. Así, en Buenos Aires, fundó un semanario que alcanzó gran difusión en América, El Búcaro Americano. Frutos de estos viajes fueron sus libros sobre la materia, titulados Viajes de recreo, Boreales, miniaturas y porcelanas, y otros relatos. El gobierno argentino sobre la base de sus grandes méritos la envió a España, donde dictó varias conferencias en el Ateneo de Madrid; recorrió después Francia, Suiza, Inglaterra e Italia, poniendo muy en alto el nombre de nuestra patria en el Viejo Continente. No podemos dejar de mencionar su importante aporte al género biográfico con Bocetos al lápiz de americanos célebres, donde se encuentran sustanciosas biografías de muchos peruanos y peruanistas ilustres.

Ausente de la patria, en Buenos Aires, encontró la muerte la ilustre escritora peruana, el 25 de octubre de 1909. Dejaba tras de ella una copiosa producción la gran novelista que fue Clorinda Matto de Turner, a quien alguna vez le hicieron la siguiente pregunta venenosa y mordaz: “¿En qué se parecen las llamas a las mujeres peruanas?”, aludiendo, tal vez, a cierta burda y maliciosa comparación.

Clorinda Matto, puestos los soñadores ojos en la tierra inalcanzada y lejana contestó sin inmutarse: “Se parecen en la esbeltez”.

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