Billy Hare: "Me interesa lo imprevisto"
Billy Hare: "Me interesa lo imprevisto"
Jorge Paredes Laos

El jardín es amplio y tranquilo. Está ubicado al fondo de una espaciosa casona barranquina de techos altos por donde ingresa la luz de la tarde. Ahí nos recibe Billy Hare para hablarnos de su próxima obra: un libro hecho a partir de imágenes de sombras proyectadas en un muro. Está acompañado por los talentosos fotógrafos y editores Musuk Nolte y Fernando Fujimoto, quienes lo convencieron de llevar adelante este proyecto editorial. El objetivo es presentar el libro en las próximas semanas, por lo que han decidido iniciar una preventa para la parte final del trabajo. Mientras "Algo ahí" espera ver la luz, Billy Hare toma la palabra. 

¿Cómo explicas este proyecto?
Hay algo importante, más allá del tema mismo. Es decir, lo que aparece fotografiado sería imposible de ver si no fuera por estas imágenes. Al registrar estas sombras en movimiento, logramos captar algo tan efímero que la única manera de verlo es a través de la fotografía. De lo contrario, no existiría. 

¿Dirías que es un cuestionamiento a la fotografía tradicional?
Hay un cuestionamiento desde el 2008 con esa serie que hice de imágenes repetidas, como una forma de tratar de ver cuáles eran los límites del medio. En este caso existe también esa preocupación y el resultado puede tener características bastante expresionistas, si quieres, para quien observa las imágenes; pero esto porque, normalmente, cuando miramos algo confuso el cerebro trata de hacer un ordenamiento lógico.

Estaba pensando en estas figuras psicológicas del test de Rorschach…
Hay un parentesco con eso, sí. Lo cual no explica todas las imágenes tampoco. El libro nos da esa idea de sucesión de imágenes, pero en realidad son fotos fijas ordenadas en un sentido conceptual.

Cuéntame sobre tu proceso creativo: ¿cuándo fue la primera vez que descubriste que ibas a ser fotógrafo?
No puedo recordarlo exactamente. Pero sí he hecho fotos de niño, con una cámara de cajón… Yo creo que hay una presencia de la imagen fotográfica definida en nuestra cultura, ¿no es cierto? Yo tardé un poco en definir que eso era lo que iba a hacer. Antes hice cine, aunque muy periféricamente, porque en ese tiempo —los años sesenta— el cine era muy difícil de producir.

En tu trabajo influyeron dos fotógrafos tan distintos como Minor White y Aaron Siskind, aunque ambos fotografiaron también relieves, muros…
Ambos tuvieron filosofías distintas de trabajo, aunque en algún momento sus obras pudieron coincidir. Minor vino al Perú en 1973 y, en ese momento, Fernando la Rosa y yo estábamos tratando de hacer fotografía, pero no teníamos mayores referentes. White tenía una iconografía ligada a su visión mística. Para él lo importante era adoptar una actitud frente a lo que se miraba. En cambio, Siskind venía de una corriente más abstracta y neoyorquina de los años cuarenta. Tenía los pies más puestos en la tierra que Minor.

Viviste un tiempo en la casa de Siskind, en Rhode Island.
Sí, gracias a una beca Fulbright. Fue extraordinario porque llegaban muchos fotógrafos importantes a su casa y con ellos aprendí mucho entre los años 1977 y 1978.

¿Ahí te ‘graduaste’ como fotógrafo?
Bueno, creo que uno nunca termina de graduarse como fotógrafo [risas].

Con lo digital, la fotografía se ha vuelto masiva y cotidiana. ¿Cómo asumes este desafío?
Creo que pasó lo mismo con la palabra escrita. En la Edad Media, ¿cuánta gente sabía escribir? Casi nadie. Luego esto se difundió y surgieron modos diferentes y más sofisticados de escritura…

¿Crees que la fotografía tomará también caminos nuevos?
Sí, de todas maneras. Este es un momento de transición difícil de entender. Solo estamos repitiendo modelos y fórmulas ya existentes.

¿Y no es un reto mostrar fotografías como las que propones a espectadores acostumbrados a imágenes más, digamos, convencionales?
Yo creo que debe haber una actitud en el mirar… Justamente, el bombardeo de imágenes que tenemos hoy evita que miremos en profundidad. Se calcula que un hombre del Renacimiento veía de 30 a 40 imágenes en toda su vida, hoy vemos 380 imágenes cada media hora. Es una locura. Eso hace que perdamos capacidad de atención... Simplemente, el cerebro no puede registrar todo.

Decías que Minor y White tenían filosofías diferentes. ¿Cuál es la tuya?
[Risas] No podría precisar eso… pero lo que a mí me interesa es lo imprevisto. Es decir, cuando tú disparas hacia una sombra hay una parte del proceso que no controlas y no ves hasta el resultado final. Esa búsqueda a mí me resulta 
interesante.

La del estribo
Sobre "Algo ahí"
¿Cómo es el proceso de preventa del libro?
Musuk Nolte lo explica así: “El libro se encuentra editado y diseñado, y la idea es hacer una preventa para costear la impresión. Estamos lanzando algunos paquetes y queremos crear una comunidad de gente involucrada en un proyecto, como el de Billy, que requiere de especificaciones técnicas muy complejas”. 

Más información sobre la preventa en : www.kwyediciones.com.

Contenido sugerido

Contenido GEC