Ezio Neyra
Ezio Neyra
Dante Trujillo

Luego de tres años al frente de la Dirección del Libro y la Lectura (DDL) del Ministerio de Cultura, el escritor Ezio Neyra (Lima, 1980) deja el cargo para retomar su lado académico: en las próximas semanas se mudará a Santiago de Chile, donde será profesor de Literatura y Cultura impresa en la Universidad Adolfo Ibáñez. Charlamos buscando hacer un balance de su gestión, y detectar los retos de una dirección institucional de evidente relevancia en el desarrollo cultural peruano.

Para aclarar el panorama, ¿cuál es la función de la DLL?
Se encarga de diseñar, proponer, promover y ejecutar programas, acciones, normas, políticas y planes dirigidos a la promoción y difusión del libro, al fomento de la lectura y la escritura, al desarrollo de la industria editorial peruana y a la internacionalización de la literatura, el libro y los autores peruanos.

Y en resumen, ¿qué es la Política Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas (PNLLB)?
Es una especie de mapa que señala las rutas a seguir por parte de las diferentes instancias del Estado para el desarrollo y fortalecimiento del ecosistema de la lectura y el libro en el Perú por los próximos años. Será, además, la base sobre la que se diseñará el futuro Plan Nacional en estos mismo asuntos. Colombia o Chile cuentan con este tipo de herramientas de política pública y están alcanzando grandes resultados. En el Perú, la aprobación de la PNLLB no debería tardar mucho, pues ya existe un documento que contiene los enfoques, ejes de trabajo, objetivos y lineamientos. Es un documento que ha sido construido de manera participativa y representativa en unas 30 mesas de trabajo en siete regiones del país, y también a través de una consulta pública en la web (www.perulee.pe).

¿Y qué se requiere para su aprobación?
La firma de un Decreto Supremo después de que los diferentes sectores (Cultura, Educación, Producción, Salud, entre otros) alcancen consensos sobre qué responsabilidades y compromisos asumirán para garantizar su implementación.

¿Cuál es el estado de la cuestión del libro, en comparación con los países de la región?
En cuanto a su producción, hay un creciente dinamismo entre las editoriales. Por supuesto, es importante mencionar que al ser el Perú un país con tanta informalidad es posible que no se cuente con la cifra de libros que realmente se produce año a año. Sin embargo, si medimos la producción tomando en cuenta el registro del ISBN somos, junto a Chile, el quinto país en la región que más títulos registra, por detrás de Brasil, México, Argentina y Colombia. Hoy en día, también se exportan más servicios gráficos que antes. La balanza de importación y exportación de libros sigue siendo deficitaria. Existe un desequilibrio en el comercio de contenidos culturales a través del libro que exportamos frente a los que importamos. Ahora bien, es en cuanto a la circulación del libro en donde, a mi parecer, hay mucho más por hacer. Las librerías están concentradas en pocos distritos de Lima. Hay ciudades, capitales departamentales incluso, que no cuentan con ninguna librería. La mayoría de bibliotecas municipales está en mal estado, no han actualizado su material bibliográfico en décadas. Los servicios que prestan son insuficientes y deficientes.

¿Cómo se puede solucionar esto?
Creo que las herramientas que más impacto pueden tener son la Política Nacional, de la que ya hablamos, y el proyecto de nueva Ley del Libro, que ya cuenta con una redacción trabajada junto a la Cámara Peruana del Libro, Editores Independientes del Perú (EIP) y a la Biblioteca Nacional (BNP), y que ha sido validada por actores del libro y la lectura de todo el país. A pesar de que hay otros aspectos de gran importancia, creo que lo más determinante es que se clarifican las fuentes de financiamiento del Fondo Nacional de Democratización del Libro y del Fomento de la Lectura, dándole recursos suficientes para invertir en adquisición de libros para dotar bibliotecas, en programas de fomento de lectura y escritura, en traducción de literatura peruana a otras lenguas, en fondos para la producción editorial, entre varios otros.

Ese sonsonete de que “el peruano no lee” ¿es cierto? Si lo fuera, ¿revertirlo es una decisión política?
No sé si sea cierto que el peruano no lee. En el Perú no se invierte en encuestas de lectura, así que no hay forma de tener certezas cuantitativas ni cualitativas. Definitivamente, revertirlo es en primer lugar una decisión política. El Perú se convertirá en un país de lectores cuando estos temas se vuelvan prioritarios para la agenda política nacional. También es muy importante que la sociedad civil se organice alrededor del libro y la lectura, y que demande a sus autoridades la continuidad de acciones, políticas, programas y normas a favor de la lectura y del libro.

Durante tu dirección se han dado iniciativas como La Independiente. ¿Qué tan vigorosa es la industria independiente a nivel nacional?
Es verdaderamente vigorosa. Cada vez son más las editoriales de este tipo. Además, se están abriendo muy buenos sellos en diferentes ciudades, sobre todo en el sur, lo cual está contribuyendo a la descentralización y a la diversificación de la producción editorial y literaria. EIP, el gremio que reúne a unas 30 empresas de alrededor de ocho regiones, se ha fortalecido mucho en los últimos años. El reto que tienen es el mismo de siempre: la profesionalización, que les permita manejar bien sus procesos de producción, tener más espacios de circulación para sus títulos, pagar correctamente a sus autores, publicar cada vez mejores libros, diversificar sus catálogos.

¿Cuáles son los retos de la Dirección?
Los principales son lograr la aprobación de la nueva Ley del Libro y de la Política Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas. Contar con ambas normativas puede significar un verdadero parteaguas. Toca lograr que la DLL cuente con presupuesto creciente y también fortalecer y garantizar la continuidad de los estímulos económicos para el libro y la lectura, que este año se otorgarán por primera vez, de La Independiente, de la Cátedra de Lectura, Escritura y Bibliotecas del Perú, y del Premio Nacional de Literatura.

¿Qué es la Cátedra?
Es un programa que ha sido trabajado junto a la BNP y a la Casa de la Literatura Peruana (Caslit) que busca consolidar procesos de formación, investigación y de encuentro en torno al fomento de la lectura y la escritura. Tiene tres componentes: un programa especializado en mediación de lectura y escritura, uno de formación virtual que constará de diversos recursos a disposición de mediadores de lectura, y uno relacionado con la recolección y sistematización de información sobre prácticas de fomento de lectura y escritura en el país.

¿Qué se espera de la próxima Feria del Libro de Santiago (Filsa), donde nuestro país será el invitado estelar?
Será una participación que destaque la diversidad de nuestras letras. Se contará con la participación de una nutrida delegación de autores, un pabellón con una librería donde se ofrecerán alrededor de 10.000 libros, habrá una muestra interactiva basada en "Intensidad y altura de la literatura peruana", de la Caslit, una programación cultural que tendrá conversatorios, presentaciones de libros, conciertos, ciclos de cine. Habrá también contenido sucediendo paralelamente a Filsa en los centros culturales Gabriela Mistral y La Moneda, en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

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