Delgado se ve en el futuro realizando investigaciones en física de partículas y aprendiendo herramientas matemáticas. [Foto: PUCP]
Delgado se ve en el futuro realizando investigaciones en física de partículas y aprendiendo herramientas matemáticas. [Foto: PUCP]
Katherine Morales

De pequeño era curioso, de los que cuestionan todo y no les gusta quedarse con la duda. Le atraía descubrir qué había más allá de su experiencia habitual, los misterios del universo. Una meta fascinante pero utópica para muchos. Franco Delgado nunca lo vio de esa manera: acabó la secundaria convencido de convertirse en un gran físico.

A los 22 años está en el último ciclo de la carrera y ha desarrollado proyectos científicos como miembro del Grupo de Altas Energías (GAE) de la PUCP. Además, acaba de ser el único peruano seleccionado para participar en el programa de verano —septentrional— del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), uno de los más grandes laboratorios de investigación en física de partículas.

¿Cómo fue tu experiencia en Suiza?
Fuimos 300 alumnos. Al comienzo no estaba seguro de con qué me iba encontrar, pero luego conocí a mis supervisores e hice amigos de todas partes. Todos estábamos al nivel. Una de las cosas más interesantes del programa es que las primeras cinco semanas se realizan charlas a cargo de los mejores expositores y científicos del planeta.

¿Cuál era tu función ahí?
En el CERN está el famoso gran colisionador de hadrones (LHC), un anillo gigante de 27 km de circunferencia a 60 metros bajo tierra. Por su interior se hacen circular haces de protones en direcciones opuestas —a casi la velocidad de la luz—, y estos en algún momento colisionan. Entonces se libera bastante energía y se crean diversas partículas. En este anillo gigante hay cuatro detectores; yo trabajé en el llamado Atlas, buscando un nuevo método para medir la respuesta de los calorímetros a estas energías.

¿Cuál es el uso práctico de estas investigaciones?
Esta organización ha hecho los mayores experimentos y descubrimientos de la física contemporánea, pero es difícil hablar de una aplicación directa porque no siempre se encuentra… Así funciona la ciencia. Se hace por pasión, por buscar la verdad de las cosas sin pensar en una aplicación. Luego, en algún momento, se puede descubrir una.

Es inevitable comparar tal desarrollo científico con el peruano.
Sí, hay bastante la diferencia, no en los conocimientos —porque en ciencia siempre se trata de compartirlo todo—, pero en nuestro país no hay desarrollo científico, conseguir financiamiento para un proyecto es complicado. Tengo amigos de Alemania que tienen en sus universidades aceleradores de partículas… En el Perú falta mayor impulso científico. Este año nos graduaremos seis o cinco alumnos como físicos; en el caso de las mujeres son cinco en toda la facultad. Pero veo que las nuevas promociones están creciendo y son más numerosas que nunca. Tal vez sea por el desarrollo de internet, que ayuda a la divulgación científica.

¿Qué proyectos has realizado como parte del GAE-PUCP?
Junto con mis compañeros y profesores hicimos un detector portátil de muones. Su trabajo es detectar estos —partículas cargadas, similares a los electrones— que se generan en la parte superior de la atmósfera debido a interacciones con rayos cósmicos. Sirve para medir la densidad de objetos grandes. Por ejemplo, qué tan hueca es una mina o un espacio subterráneo.

¿Qué piensas de la difusión de estos temas?
Creo que la prensa debería hablar más de esto y no tanto de otras cosas. En otros países los niños y jóvenes saben los conceptos científicos y los tienen internalizados. La ciencia es importante porque te da una mejor comprensión de cómo funcionan las cosas, otra manera de pensar y observar el mundo. Si no tienes conocimiento científico, te puedes creer lo que sea, y eso es perjudicial para las personas y la sociedad.

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