
Escucha la noticia
“A veces, el lenguaje se convierte en una caja de dinamita”
Resumen generado por Inteligencia Artificial
Accede a esta función exclusiva
Resume las noticias y mantente informado sin interrupciones.
Venimos hablando del Congreso de la Lengua en Arequipa desde hace seis años, desde que en Córdoba, Argentina, Mario Vargas Llosa sorprendiera a todos anunciando el siguiente congreso en La Ciudad Blanca, adelantándose al anuncio oficial. Desde entonces, han sido tiempos de marchas y contramarchas, crisis políticas y recientes dardos lanzados entre las instituciones convocantes. Casualmente, es casi el tiempo que el poeta granadino Luis García Montero lleva en el puesto de director del Instituto Cervantes. “La organización de los congresos siempre es complicada”, confirma. En efecto, el congreso arequipeño de 2023 se vio cancelado tras el golpe de Pedro Castillo y la crisis política y social consiguiente, optándose por Cádiz como anfitriona, a la espera de que en el Perú las condiciones fueran propicias.
LEE TAMBIÉN | “Cuando la cultura asume una utilidad moral, empieza a anquilosarse”
Lo que hicieron las instituciones a ambos lados del charco fue plantear un viaje de ida y vuelta, entre América y España. En Cádiz, la ciudad de Arequipa tuvo mucho protagonismo, con instituciones, personalidades y exposiciones de arte peruano. Ahora toca el viaje de vuelta. Un viaje con turbulencias, pues coincide con la destitución de Dina Boluarte de la presidencia por el Congreso de la República y unas recientes declaraciones en España del director del Cervantes que no gustaron para nada al director de la Real Academia (días después de esta entrevista, le llamó: “un experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias”). Sin embargo, ninguna de estas crisis afectarán ni modificarán la realización del X CILE, afirmaron los convocantes.
Porque el propósito es que en Arequipa se hable de inteligencia artificial, de lenguaje claro, de mestizaje y de valores democráticos. Y Cádiz estará muy presente, recordándonos su protagonismo como capital del constitucionalismo español, donde se proclamó la Constitución de 1812 que hizo frente al absolutismo, y que influyó poderosamente en el proceso independentista en Latinoamérica.
— Vargas Llosa, el impulsor de Arequipa como sede, no estará con nosotros. ¿Cómo sientes su ausencia?
Mario, como premio Cervantes, fue patrono del Instituto Cervantes. Y el Instituto le hará un homenaje. En Arequipa se va a presentar un “Diccionario Vargas Llosa”: le hemos pedido a mucha gente, a sus tres hijos, a profesores y escritores, que escojan una palabra que le recuerde a Vargas Llosa. Por ejemplo, Joaquín Sabina escogió la palabra “Huachafo”. Alfredo Bryce Echenique habla sobre Lima. Es un homenaje cómplice que me ilusiona.
— ¿Qué palabra escogiste tú?
Escogí la palabra espectáculo. Quise recordar su ensayo “La civilización del espectáculo”, que me ayudó mucho a comprender el mundo que vivimos. Tuve la suerte de conocer a Mario cuando Joaquín Sabina se casó con Jimena, su esposa peruana, y estableció un vínculo muy fuerte con Mario. Un día Joaquín me comenta: “Mario me dijo que eres de las pocas buenas personas de izquierdas que conoce”. Cuando publicó “Tiempos Recios”, le hice notar que el argumento de su novela tenía poco que ver con su manera de pensar y con lo que escribía en el periódico. Y él me respondió: “Mira Luis, es que cuando escribo, manda la literatura. Lo que yo pienso está más en mis artículos que en mis novelas”.
— La bóveda del instituto Cervantes conserva objetos simbólicos de grandes escritores. ¿Qué se guarda de MVLL en ella?
Guarda una promesa: cuando le propusimos un legado, él aceptó, pero lo fue retrasando. Un día me confesó que había algo de superstición en el asunto. Eso de meter algo suyo en una bóveda le resultaba incómodo.
— Una claustrofobia simbólica, digamos.
Una claustrofobia que le ponía ante las puertas de la muerte. Llegamos a un acuerdo y me dijo que aprovecharía el congreso en Arequipa para hacerlo. Pero el congreso se retrasó y, por desgracia, él murió. Entonces, lo que propusimos a sus hijos, a Morgana, Álvaro y Gonzalo, es que hablaran con Patricia para hacer el legado en Arequipa. Tenemos previsto hacerlo en la Casa Museo que será relanzada en el marco del congreso. Hay prevista una visita oficial con el rey Felipe el día 15 de octubre. Hicimos algo parecido en Buenos Aires, con motivo de la Feria del Libro, con el legado de Charlie García. Desde el Instituto Cervantes, vemos la importancia de la música, el cine o la televisión para extender el español. Y Charlie García abrió un camino muy importante para el español en el rock.
— ¿Imagina pedirle a un reggaetonero un legado de aquí a 50 años?
A lo mejor en 50 años. Te confieso una cosa: Leonardo Padura le tiene mucha manía a los reggaetoneros. Dice que están desarticulando la cultura cubana con sus letras sin calidad. Y quizás puede que yo tenga un prejuicio debido a él. Elisa, mi hija pequeña, hace textos de reggaetón y se divierte mucho. Quizás sea un prejuicio de mi edad. Como en todo, hay cosas buenas y malas. Por ahora, hay que aprender a convivir con eso.
— Cada congreso tiene su particular contexto histórico, todos han tenido dificultades. Pero mirando el difícil contexto internacional, ¿Crees que el congreso en Arequipa será el más político?
Al reivindicar la cultura desde Arequipa hemos puesto el hincapié en la palabra mestizaje. Eso le dará una dimensión política muy profunda. Vivimos un momento muy difícil. Los discursos del fanatismo, de la violencia están horadando las palabras. El lenguaje a veces se convierte en una caja de dinamita. Si tú entiendes la libertad como la ley del más fuerte, justificas el derecho a romper las relaciones internacionales, los derechos humanos, la justicia internacional. Si tengo la fuerza, puedo hacer una invasión, como hace Rusia en Ucrania o puedo provocar un genocidio, como hace Israel en Gaza apoyado por los Estados Unidos. Vivimos una situación muy difícil, que se da también en contextos culturales.
— ¿Por ejemplo?
Por ejemplo, convendría meditar alrededor de la palabra identidad.
— Una palabra que a Vargas Llosa no le gustaba mucho.
Como él alertaba, la palabra identidad puede convertirse en un peligro si considera a los demás como una amenaza. Es una bandera fascista y supremacista. Lo estamos viviendo en las políticas de Donald Trump contra los hispanos.
— En el congreso se discutirá el tema del “lenguaje claro”, un programa impulsado por las Academias para que los gobiernos se comuniquen claramente con los ciudadanos. Sin embargo, es la corrupción del poder la que corrompe el lenguaje. ¿No es ilusorio pedir a los gobiernos impulsar estas políticas?
Estrella Montolío, profesora de la Universidad de Barcelona que participará del Congreso de la Lengua, habla del “burocratés”, especie de lenguaje raro utilizado por las instituciones para confundir y enmascarar ciertas decisiones. En ese sentido, el Congreso reflexionará lo que cabe en las palabras, cómo se manipula a través de ellas, cómo los lenguajes pueden falsificar la realidad, cómo una buena parte de los bulos ahora de moda tienen un origen en el pasado.
— Déjame terminar esta entrevista con una pregunta frívola. ¿Ya viste la película “El Cautivo” de Alejandro Amenábar, donde sugiere la posible homosexualidad de Cervantes? ¿Qué opinión tienes con el debate que surgió en España tras el estreno?
He visto la película y he leído el libro de José Manuel Lucía Megías, en que se basa, y que estará también en el Congreso en Arequipa para hablar del Quijote en América Latina. Lucía Megías es un catedrático de literatura, es homosexual, y muy orgulloso de serlo. En su libro analiza la vida íntima de Cervantes. Por una parte, combate todos los prejuicios de quienes considera un escándalo que Cervantes pudiera ser homosexual. Y por otra, tras un análisis objetivo, con honradez profesional, concluye que no hay ninguna pista que pueda demostrar que Cervantes lo fuera. Como los grandes autores de todos los tiempos, Cervantes depende de la lectura que se le haga en su tiempo: en el siglo XVIII, hubo quien quiso hacerlo un escritor neoclásico. En la época de la Guerra Civil, se veía su obra de teatro “La Numancia” como un texto casi comunista, donde un pueblo en armas se defendía del invasor, un símbolo de la resistencia de Madrid contra el fascismo de Hitler y Mussolini. Después llegó el franquismo, que hizo de Cervantes una especie de padre de la patria. Ahora, en el siglo XXI, le toca ser analizado también por quienes quieren reivindicar el pensamiento feminista o los estudios ‘queer’. Yo me identifico con la mirada de Lucía Megías cuando piensa que no es ninguna ofensa sospechar que Cervantes pudiera ser homosexual, y que, como filólogo, reconozca que no se ha encontrado ninguna prueba en su biografía o en sus escritos de ello. Esa es mi posición. Y con esos ojos vi la película de Amenábar.
Los Congresos Internacionales de la Lengua Española (CILE) fueron puestos en marcha por el Instituto Cervantes, la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española desde 1997, en la primera cita realizada en Zacatecas, México. Desde entonces, se han llevado a cabo cada 3 años en ciudades de la comunidad hispanohablante como Valladolid, Rosario, Cartagena de Indias, Ciudad de Panamá, San Juan, Córdoba y Cádiz.










