En la Edad Media a la peste se la conocía como la muerte negra y fue la mayor pandemia del s.XIV. (Foto: Getty Images)
En la Edad Media a la peste se la conocía como la muerte negra y fue la mayor pandemia del s.XIV. (Foto: Getty Images)

Cada día estamos más cerca ante una posible crisis epidémica que no se veía en el mundo desde hace décadas. El número de muertes por el coronavirus asciende cada día y empieza a hacernos recordar a otros males que a lo largo de la historia han atacado la humanidad. Pandemias como la viruela, que se dice mermó a los incas, o el sarampión en el siglo XVI o la gripe española a inicios del XIX.


La viruela

La viruela apareció en la India o Egipto hace 3.000 años. Luego, la enfermedad se esparció por las rutas de comercio en Asia, África y Europa y llegó finalmente a América en el siglo XVI durante la colonización europea. Lamentablemente, los nativos no habían desarrollado los anticuerpos necesarios, por eso se estima que un 90% murió a causa del virus y no por la conquista militar.

La viruela ha sido la epidemia más mortífera de la historia de la humanidad. Contribuyó al declive del imperio azteca (México) y se cree que eliminó al penúltimo inca Huayna Cápac. Mientras tanto, en Europa, se piensa que la viruela acabó con 60 millones de personas solo en el siglo XVIII. Y en el siglo XX, con unas 300 millones de personas en todo el mundo.

Transición de la enfermedad. El paciente aún tiene en la mano brotes marrones o negro adheridos a la piel. En el antebrazo, algunas costras se han separado de la piel y ha dejado marcas rosadas.
Transición de la enfermedad. El paciente aún tiene en la mano brotes marrones o negro adheridos a la piel. En el antebrazo, algunas costras se han separado de la piel y ha dejado marcas rosadas.

Pero es debido a esta enfermedad que se crearon las vacunas. El primer intento por contrarrestar el virus fue hace 2.000 años en Asia con la técnica de la ‘varolización’. Esta consistía en infectar adrede a la persona sana, con las costras de las pústulas, para que desarrollara la enfermedad, de esta manera su cuerpo creaba los anticuerpos necesarios.

En 1796, el doctor Inglés Edward Jenner descubrió que la inoculación de un virus muy similar a la viruela (presente en las vacas), podría proteger al ser humano contra la enfermedad.

Siglos después, en 1967, entre 10 y 15 millones de personas contrajeron la viruela, y la Organización Mundial de la Salud lanzó una campaña de erradicación basada en la vacunación. Gradualmente, la enfermedad se ha ido concentrando solo en el Cuerno de África, y el último caso conocido ocurrió en Somalia en 1977. Dos años después la OMS declaró la viruela erradicada.

Edward Jenner desarrolló la vacuna contra la viruela en 1798. (Foto: Wellcome Trust)
Edward Jenner desarrolló la vacuna contra la viruela en 1798. (Foto: Wellcome Trust)


El sarampión

Se cree que el sarampión existe sobre la faz de la Tierra desde hace más de 5.000 mil años, pues las primeras evidencias que se encontraron fueron unos escritos que describían a una mortífera enfermedad durante el imperio romano que arrasó con más de cinco millones de personas en la segunda mitad del siglo II.

Durante la colonización europea, América tuvo que enfrentarse a esta enfermedad entre 1530 y 1531. Y produjo una alta mortalidad entre los niños.

El virus del sarampión causa tos, sarpullidos y fiebre. (Foto: Shutterstock)
El virus del sarampión causa tos, sarpullidos y fiebre. (Foto: Shutterstock)

En el siglo XVII, durante una grave epidemia en Londres, se logró diferenciar la viruela y el sarampión como dos enfermedades distintas. Gracias a eso, el médico danés Peter Panum, en 1846, pudo describir por primera vez el periodo de incubación de 14 días, así como la manera en que se transmitía y su inmunidad.

Un siglo más tarde, en 1954, Juan Enders y Thomas C. Peebles lograron aislar el virus. Y fue el premio nobel John Franklin Enders, en Harvard, quien dominó al virus al punto de volverlo inofensivo, logrando así, una vacuna en 1961.

Desde entonces, se inició una campaña de vacunación masiva contra el sarampión, sobre todo en América. Los índices de mortalidad se redujeron significativamente. Y en el 2016, la OMS declaró como una enfermedad erradicada en el continente Americano.

Persona infectada de sarampión.
Persona infectada de sarampión.


La gripe española

Aunque la gripe española duró poco más de un año (1918 - 1919), mató a más de 50 millones de personas en todo el mundo, tres veces más que el número de víctimas de la primera guerra mundial.

Los primeros brotes de la enfermedad se detectaron a principios de 1918, pues miles de personas en México, Rusia, Irán, Nueva Zelanda, Argelia, las Islas Fiji y Gambia presentaron síntomas en común: una gripe que los hacía sentir débiles, tener problemas estomacales, dificultades para respirar, confusión, fiebre y neumonía.

Según la BBC, hay estudios que demuestran que el virus se originó en EE.UU y se propagó a Francia con la llegada de las tropas estadounidenses en 1916. Se le conoce como gripe española debido a que el rey de España, el rey Alfonso XIII, enfermó entre marzo y julio de 1918. Y los medios, que no estaban censurados como en otros países que participaban en la guerra, cubrieron la noticia de inicio a fin.

La gripe española, la gripe española no es española. Se piensa que el nombre viene del hecho que España fue golpeada muy fuerte en 1918 por una pandemia de gripe. Nuevas teorías sugieren que el origen del virus viene de Kansas, Estados Unidos.
La gripe española, la gripe española no es española. Se piensa que el nombre viene del hecho que España fue golpeada muy fuerte en 1918 por una pandemia de gripe. Nuevas teorías sugieren que el origen del virus viene de Kansas, Estados Unidos.

Por otro lado, hubo un punto en particular sobre la enfermedad que se ha vuelto un misterio para la comunidad científica. El virus atacó casi exclusivamente a personas sanas y jóvenes, entre los 20 y 40 años, a diferencia de otras epidemias que son más mortales entre los niños y ancianos.

Esta crisis viral derivó en la creación de la Liga de las Naciones en 1919. Su objetivo principal era mantener la paz mundial, pero también velar por el control de las enfermedades. Se recurrió a esta organización durante las crisis sanitarias durante el surgimiento del ébola o la gripe aviar.


La peste negra

La peste negra fue una de las mayores epidemias que brotó en la Edad Media durante el siglo XIV, específicamente entre 1346 y 1353. Redujo la población europea de 80 a 30 millones. La peste fue una enfermedad que se transmitió de las ratas a los seres humanos. El contagio fue fácil, pues las ratas y las personas vivían juntos en las casas, graneros, molinos y embarcaciones.

Según informa National Geographic la peste negra se inició en Caffa, actual Ucrania. En 1346, la ciudad era asediada por el ejército mongol, cuyos soldados fueron los primeros en extender la enfermedad a través de sus expediciones.

La enfermedad manchaba la piel de un colo negro e hinchaba algunas partes del cuerpo. Venía acompañada de supuraciones y fiebres altas que provocaban en los enfermos escalofríos y delirios. El ganglio linfático inflamado recibía el nombre de bubón o carbunco, de donde proviene el término «peste bubónica».
La enfermedad manchaba la piel de un colo negro e hinchaba algunas partes del cuerpo. Venía acompañada de supuraciones y fiebres altas que provocaban en los enfermos escalofríos y delirios. El ganglio linfático inflamado recibía el nombre de bubón o carbunco, de donde proviene el término «peste bubónica».

Las grandes ciudades comerciales fueron los principales puntos de propagación y recepción de la enfermedad, pues el virus podía sobrevivir a viajes de gran distancia.

Hubo una creencia que se propagó igual de rápido que la peste: la enfermedad se quedaba en la ciudad y no se movía al campo. Por eso, algunos se mudaron y se asentaron en zonas rurales hasta que pasara la peste. Así, creció el número de campesinos que dieron impulso a la economía rural. Algunas investigaciones sostienen que la mortandad provocada por la peste pudo haber acelerado el arranque del Renacimiento y el inicio de la era Moderna en Europa.

La propagación por vía terrestre oscilaba entre 0,5 y 2 kilómetros, con tendencia a aminorar la marcha en lugares fríos y húmedos. Por eso, muy pocas regiones se libraron de la plaga como Islandia y Finlandia.
La propagación por vía terrestre oscilaba entre 0,5 y 2 kilómetros, con tendencia a aminorar la marcha en lugares fríos y húmedos. Por eso, muy pocas regiones se libraron de la plaga como Islandia y Finlandia.


El VIH

Hace 37 años se descubrió el VIH. Al inicio, en 1981, se le llamaba un raro cáncer que afectaba solo a las personas homosexuales, hasta que en 1983, se publicó un artículo del equipo del Instituto Pasteur de París que anunciaba el descubrimiento del virus lymphadenopathy-associated, es decir, el VIH o Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

Los primeros medicamentos para tratar la enfermedad traían consigo mortales efectos secundarios. El sufrimiento de los pacientes no solo quedaba en lo físico. Tener VIH era una también una condena social. Muchos pacientes sufrieron de discriminación debido a los prejuicios que rodearon a la nueva enfermedad.

A mediados de los noventa, se implementó la terapia antirretroviral altamente activa que ya no garantizaba la muerte de los pacientes, sino era posible vivir con la enfermedad con el tratamiento adecuado. Actualmente, basta con una dosis diaria para que el virus esté bajo control, es indetectable en plasma y no hay contagio.

Primera vacuna capaz de prevenir el VIH estaría lista en 2023
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