
Hace muchos años, J.J. Armas Marcelo publicó una biografía de Mario Vargas Llosa titulada “El vicio de escribir”. Era un libro irritante, obsecuente e innecesario: el autor, a través de una prosa dudosa, se dedicaba a hagiografiar al nobel peruano a lo largo de unas cuatrocientas páginas y a regalarnos, sin que lo pidiéramos, los momentos Kodak que había vivido con el novelista, para que nos aseguráramos bien de la estrecha amistad que los unía. “Vargas Llosa, su otra gran pasión”, biografía política que acaba de publicar Pedro Cateriano, me ha traído a la mente el libro que perpetró Armas Marcelo y los tres adjetivos con que lo acabo de calificar.
LEE TAMBIÉN | Un estudio sobre Mario Vargas Llosa: la vida en movimiento
El libro de Cateriano es irritante. Y por varios motivos. El primero, por su prosa de informe monográfico, aséptica y funcional, de un solo tono, que hiere la fluidez de lo narrado de principio a fin. Segundo, por la reiterada necesidad de dejarnos bien en claro la íntima relación que tiene con su biografiado, de contarnos que ha ido al fútbol con él, que cuando vivía en Madrid la esposa del escritor le preparaba una olla de arroz todas las semanas, y otros datos para el sonrojo. Y tercero, por la absoluta ligereza de su análisis: en unas cuatrocientas páginas -otra coincidencia con Armas- no hay una sola idea a tomar en cuenta, una meditación sobre Vargas Llosa que justifique la lectura de un volumen que quiere ser biografía pero no va más allá del anecdotario.
El libro de Cateriano es obsecuente. Su mirada de Vargas Llosa es por completo acrítica. Resulta difícil que el biógrafo encuentre un error en su objeto de estudio, y cuando lo hace, son pecados veniales, casi ingenuidades de un hombre invicto. Un ejemplo: en el capítulo sobre las elecciones del noventa, la mayor objeción que le formula al candidato del Fredemo es que fuera muy idealista sobre el tema agrario. Pero esa obsecuencia también puede ser insincera: en el apartado sobre las elecciones del 2021 menciona un par de citas de Vargas Llosa en contra de las acusaciones de fraude de Keiko Fujimori, pero omite otras, posteriores, en que Vargas Llosa declaraba que el Jurado Nacional de Elecciones había cometido un fraude electoral. Y esa es una omisión inadmisible.
Finalmente, el libro de Cateriano es innecesario. No hay nada nuevo en él; los iniciados en Vargas Llosa tendrán la molesta sensación de constante deja vu al leerlo: en sus momentos menos inspirados uno piensa que está ante un mero parafraseo de “El pez en el agua” o una reunión de citas que siempre hallan su correspondiente aplauso. Su única utilidad sería como demostración de lealtad, y Vargas Llosa no necesita eso.
Y esto me lleva a una especulación quizá temeraria: no creo que a Vargas Llosa le guste este libro. Él nos enseñó a admirar críticamente a los maestros que veneramos, a maravillarnos con ellos, pero también a practicar la libertad que tenemos de discrepar, de demolerlos a preguntas, de decirles no cuando es necesario. Cateriano, como Bartleby, prefiere no hacerlo. Y eso es lo peor que se puede decir de una biografía política sobre Mario Vargas Llosa.

VARGAS LLOSA, SU OTRA GRAN PASIÓN
Autor: Pedro Cateriano
Editorial: Planeta
Año: 2025
Páginas: 459
Relación con el autor: ninguna.
Valoración: 1 estrella de 5 posibles.