Cultura de vida
Cultura de vida
Alessandra Miyagi

Un conejo blanco en zapatillas de ballet atraviesa el escenario dando saltos enérgicos, mira su reloj de bolsillo y descubre que ya es tarde, demasiado tarde. Entonces su marcha se vuelve frenética, tanto que ni siquiera repara en la niña que baila a su alrededor y lo observa con curiosidad. Ella lo sigue con la mirada, luego con los pies, y se abalanza hacia él con los brazos extendidos pero no consigue detenerlo. El conejo da un brinco y desaparece en el fondo de su madriguera. Sin pensarlo dos veces, la niña va tras él y cae lentamente por el túnel hasta llegar a un mundo fantástico donde se encuentra con una oruga opiómana, un gato escurridizo y hasta con una reina que reclama la cabeza de todo aquel que se atreva a contrariarla. Todos danzan, saltan por los aires y hacen piruetas al compás de la música. 
     De repente, una voz: “Alicia, ¿es difícil estudiar ballet?”, pregunta una niña desde su butaca. “¿Cuánto tiempo te tomó convertirte en una bailarina profesional?”, le pregunta otra a la Reina de Corazones. “¿Qué sienten cuando bailan?”, lanza otro niño, esta vez a todos los miembros del elenco. La función ha terminado, las luces se han encendido y los integrantes del Ballet Nacional se sientan en el escenario para responder las preguntas y comentarios que los niños les dirigen con entusiasmo. Y aunque la cuarta pared fue demolida, y la ilusión teatral desgajada en una serie de narraciones y explicaciones técnicas y teóricas sobre el montaje, los cientos de niños que asistieron en diciembre del 2013 a la primera función didáctica del Programa de Formación de Públicos (PFP) del Gran Teatro Nacional lograron trasponer las fronteras del auditorio y viajar al País de las Maravillas. 

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El hecho de que la práctica y el consumo de actividades artísticas contribuyen enormemente a la formación integral de las personas es una idea que hoy goza de aceptación entre los profesionales de distintas disciplinas. Sin embargo, según el "Atlas de Infraestructura y Patrimonio Cultural" (2011), en todo el Perú contamos únicamente con 55 espacios formales orientados a la presentación de espectáculos de artes escénicas, de los cuales el 60% se concentra en Lima, y el resto se encuentra disperso en nueve regiones del país. Asimismo, según una encuesta realizada en el 2014 por el instituto Lima Cómo Vamos, solo el 13% de los limeños suele asistir regularmente al teatro. 
     Ante esta situación de desamparo humanístico, el Ministerio de Cultura —a través del Gran Teatro Nacional (GTN) y con el apoyo del British Council y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI)— decidió crear el Programa de Formación de Públicos, una iniciativa cuyo objetivo consiste en cultivar el interés y fomentar el hábito de consumo de productos culturales entre el público masivo, a través del acercamiento de niños y jóvenes a las artes escénicas. Y es que, como anota el sociólogo Santiago Alfaro, “el gusto por la danza moderna, el teatro o la música sinfónica se adquiere principalmente a través del sistema escolar y la familia, es decir, por medio de la socialización. Los ciudadanos no nacen consumidores de cultura, se hacen”. De igual modo, según el sociólogo Anthony Giddens, “durante las primeras etapas de vida se lleva a cabo la parte crítica del proceso de aprendizaje cultural”. 
     Es así que, desde su creación en el 2012, el PFP ha concentrado sus esfuerzos en orientar a los estudiantes de primaria y secundaria de colegios privados y públicos de toda la ciudad. Para ello, se basa en tres actividades gratuitas diseñadas especialmente para estimular la sensibilidad de los chicos: visitas guiadas, ensayos abiertos y funciones didácticas de espectáculos a cargo de los elencos nacionales —la Orquesta Sinfónica Nacional, el Coro Nacional, el Ballet Nacional, el Coro Nacional de Niños del Perú, la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil y el Elenco Nacional de Folclore— y demás artistas independientes que se presentan en el GTN, donde el componente lúdico es tan importante como el pedagógico. 
     Así, los estudiantes, además de recibir información pertinente sobre danzas clásicas y del folclore local, música sinfónica, y piezas teatrales, tienen la oportunidad de experimentar de primera mano —y, en muchos casos, por primera vez— el impacto emocional y mental que causan las artes sobre el espectador. Y es que “no se trata exclusivamente de crear un público que mañana llene los teatros y auditorios, se trata de darnos la oportunidad de formar mejores ciudadanos”, afirma Juan Carlos Adrianzén, coordinador y programador del GTN. 
     Bajo esta consigna, el PFP ha recibido hasta la fecha a más de 36.000 escolares provenientes de aproximadamente 180 colegios de Lima y el Callao; y ha puesto en marcha sus esfuerzos por replicar este modelo en diversos puntos del país.
     Con tan solo tres años de vida, esta iniciativa ya empezó a dar sus primeros frutos. Esperemos que, pese al inminente cambio de panorama político, el PFP pueda continuar su fantástica labor. 

Publicación
"Primera Llamada" es el reciente libro publicado por el Gran Teatro Nacional que recoge el valioso aporte a la sociedad en materia de educación y cultura realizado por del Programa de Formación de Públicos; así como su proceso de consolidación y los logros conseguidos hasta el momento. El libro puede ser descargado gratuitamente en pdf a través de la web www.granteatronacional.pe.

Charlas informativas
Para participar en las actividades del PFP, los directores o maestros de las escuelas interesadas y demás instituciones educativas (universidades e institutos técnicos) deben acudir a las charlas informativas —previa inscripción en https://goo.gl/KKlhtF— que se ofrecen todos los meses en el Gran Teatro Nacional, donde recibirán toda la información acerca de las actividades y cómo formar parte del programa. La próxima charla tendrá lugar este viernes 11 de marzo a las 16:30.

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