
El ritmo de ‘thriller’ de “Acaba con ellos” (“Bring Them Down”), ópera prima de Christopher Andrews, se construye mediante la dosificada revelación de sucesos y datos que nos permite ir entendiendo de a poco lo que realmente está ocurriendo en la historia. Se nos presenta a Michael (Christopher Abbott), un pastor irlandés que vive con su padre postrado en una silla de ruedas. Cerca de ellos, en otra granja, viven Gary (Paul Ready), su esposa Caroline (Nora-Jane Noone) y su hijo Jack (Barry Keoghan), también dedicados al pastoreo. Pero cuando unas ovejas aparezcan muertas, las intrigas y la desconfianza aflorarán hasta límites insospechados.
LEE TAMBIÉN | La creación en una capilla
La narrativa de “Acaba con ellos” no es precisamente lineal, sino que se nos entrega ligeramente fragmentada. El recurso funciona, está bien usado por el director, no necesariamente para complejizar el relato, sino para contrastar las diversas perspectivas de los protagonistas. Después de todo, estamos ante una película sobre disputas en apariencia irreconciliables, sobre la inquina más elemental entre un par de hombres, la defensa de su familia, sus cabezas de ganado y sus tierras. Su conflicto es primitivo, básico, y quizá por ello tan atrapante.
Andrews apuesta por el tono brusco, áspero, incómodo. Su filme tiene algunos pasajes bastante chocantes, pero los matiza con una fotografía oscura, con un movimiento de cámara a ratos agitado, lo que difumina y atenúa aquello que podría ser explícito. Las escenas de impacto usualmente están fuera del encuadre, o son una ráfaga que inquieta mediante la sugerencia más que el ensañamiento. El director muestra una notable habilidad para moverse entre esas brumas y fugas.
"Con una fotografía oscura, con un movimiento de cámara a ratos agitado, el director difumina y atenúa aquello que podría ser explícito".
Podríamos comparar a “Acaba con ellos” con “Los espíritus de la isla” (2022) de Martin McDonagh. Si bien no tiene el humor negro de esta última, sino que es directamente sombría, ambas coinciden en su retrato de una enemistad rancia, tan terca como absurda; en las dos películas se cuestiona también las taras de una masculinidad llena de inseguridades (no por nada en ambas también hay una mujer que representar el quiebre, la escapatoria); y no podemos dejar de mencionar que comparten un paisaje irlandés amplio, limpio y, sin embargo, perturbadoramente reclusivo.
Historia de venganza, de rencores obstinados, de una violencia que se hereda casi inconscientemente –no tardamos en darnos en cuenta que los rivales tienen miedos y traumas similares–, y de antagonismos que no solo son personales, sino también colectivos. “Acaba con ellos” es un sorprendente y muy recomendable debut, que nos anima a seguirle el rastro a su creador.
Calificación: 4/5