
Escucha la noticia
“Didi” de Sean Wang: sobre un skate y entre dos mundos
Resumen generado por Inteligencia Artificial
Función exclusiva para usuarios registrados y suscriptores.
Resume las noticias y mantente informado sin interrupciones.
Chris, o Didi para sus parientes cercanos, es un chico de 13 años que experimenta los cambios típicos de cualquier muchacho de su edad. Pero a ello se suma el hecho de ser estadounidense-taiwanés, por lo que debe lidiar con el conservadurismo de su familia asiática mientras al mismo tiempo se enamora, comienza a conocer a nuevos amigos, se enemista con su hermana mayor que está a punto de dejar el hogar, y carga con varios otros dramas adolescentes.
LEE TAMBIÉN | “Tiburón” cumple medio siglo: el miedo tiene dientes
Sean Wang, el director de la cinta, ya había dado que hablar con su cortometraje documental “Nǎi Nai & Wài Pó” (puede verse en Disney), un emotivo y jocoso retrato de sus dos abuelas, que llegó a ser nominado al Óscar. De alguna manera, el director de 30 años se inserta en una generación de jóvenes creadores que reflexionan sobre los desafíos que enfrentan las familias asiáticas asentadas en Estados Unidos en pleno siglo XXI. Podríamos mencionar allí a Lulu Wang (“The Farewell”) o Celine Song (“Vidas pasadas”) como dos de los ejemplos más resaltantes de dicha temática.
En ese sentido, “Didi” nos muestra a su protagonista (convincentemente interpretado por Izaac Wang) como un personaje escindido entre dos mundos: dentro de su casa, es Didi; fuera de ella, es Chris. Entre uno y otro espacio maneja códigos distintos, como el idioma, las costumbres, la comida, etc. La severidad de su abuela, la consternación de su madre, o la figura ausente del padre que trabaja lejos del país entran en un complejo diálogo con las tensiones raciales en la escuela o los primeros signos de enamoramiento y la apertura de la sexualidad, clásicos en películas del llamado ‘coming of age’.
"Otra particularidad de la historia es que se ambienta en el 2008, por lo que se muestran las primeras luces de Internet".
Otra particularidad de la historia es que se ambienta en el año 2008, por lo que también es muy interesante la forma en que se muestran las primeras luces de Internet. En cierta forma, frente a su conflictiva situación, Chris encuentra una vía de escape en los videos de YouTube y las interacciones en Facebook y MySpace, espacios donde puede moverse con menos inseguridades y más tranquilidad, incluso construir una figura ficticia e idealizada, aunque también se tope con la inevitable hostilidad del todavía incipiente ciberespacio.
Por último, vale la pena destacar la importante presencia del skate como refugio para el joven protagonista. En la práctica de este deporte, y en su afición por grabar en video las piruetas de sus compañeros (guiño autorreferencial de los primeros experimentos fílmicos del director), encontramos ecos de otras cintas como “Paranoid Park” de Gus Van Sant, “Mid90s” de Jonah Hill, e incluso la argentina “P3nd3j05” de Raúl Perrone y la trujillana “En medio del laberinto” de Salomón Pérez. Películas que tienen mucho en común gracias a los tableros con ruedas, al movimiento y sus posibilidades estilísticas desde el plano cinematográfico, pero también a un sentido de rebeldía, crecimiento y comunidad que las hermana con sorprendente mística.
Calificación: 3.5/5