Mientras avanza el proceso de vacunación contra la COVID-19, en nuestro país hay una pandemia que avanza y exige vacunación inmediata: la desinformación. Una verdad a medias es, finalmente, una mentira, y esta pandemia ha sido el escenario perfecto para la proliferación de mentiras y omisiones de diversos calibres. Punto aparte, si bien es cierto que el tema sanitario ha sido —evidente y comprensiblemente— protagonista de las reflexiones alrededor de esta pandemia, la vida se ha visto trastocada en diferentes aspectos. Y Reinventándonos se ocupa de ellos.
En esta segunda ola, Reinventándonos es una lectura sumamente útil. La versatilidad de la publicación da lugar a que todo aquel que pueda acceder a ella obtenga data que, como indica el doctor Huerta en el prólogo del libro, es una vacuna contra la desinformación. “Los autores de esta obra somos conscientes de que derrotar a la COVID-19 solo será posible a través de la cooperación de diferentes organismos y miembros de la sociedad global. Con este recuento de ensayos y reflexiones esperamos contribuir a la comprensión de la pandemia y a la búsqueda de respuestas ante una situación que ha impactado al mundo. Deseamos de todo corazón cumplir con ello”, dice el editor, el investigador y docente universitario Bruno Rivas, en el prólogo de la primera edición.
Nueve ensayos y un epílogo forman la publicación que aborda primero los temas duros de la pandemia: un análisis de la coyuntura internacional y el caso Trump, en la pluma de Gisela López, y otro sobre lo que implica la educación a distancia, por María José Castro, son parte de ese bloque. “En estos tiempos en que abundan los fake news el artículo de Bruno Ortiz, que resalta el papel de la ciencia en esta crisis global, aclara las dudas sobre a quién debemos escuchar a la hora de tomar decisiones sobre nuestra salud. También es muy aconsejable el de Francisco Merino, dedicado al rol del Estado, para entender el por qué se han dado tantos problemas a la hora de conseguir vacunas, plantear cuarentenas o repartir bonos”, explica el editor.
La violencia contra la mujer tiene un espacio propio. “No vale la pena arriesgar a toda tu familia al contagio por ir a una comisaría, donde, con toda seguridad, o no te atenderán o tomarán tus datos y te enviarán nuevamente a casa al lado de tu agresor”, escribe Gabriela Ferrucci, investigadora y docente universitaria, en el capítulo “Rostros golpeados, cuerpos arrebatados: violencia contra las mujeres detrás de la mascarilla”, donde explica detalladamente cómo las medidas de prevención tomadas por el Gobierno acentuaron la violencia contra las mujeres sin que se contemple un mecanismo alternativo para su tratamiento.
Pero la otra parte de la publicación dirige la mirada a actividades que han exigido que nos reinventemos, acción que vuelve a sonar con fuerza durante este segundo confinamiento. Autores como Jorge Illa o Carolina Christen han planteado bastante bien como el deporte o las industrias culturales han tenido que adaptar sus dinámicas a este nuevo contexto de pandemia. “A simple vista, la cultura puede parecer como un ámbito que no es urgente, ni necesario, pero, más allá de la oferta, forma parte de nuestros hábitos diarios […] un argumento habitual es que la cultura no es un plato de comida (aunque podría argumentarse que para un artista lo terminará siendo); sin embargo, lo esencial está en que nos hace entender cómo somos y pensar en cómo queremos ser”, escribe Carolina Christen.
Leer estos artículos permite acceder al nuevo panorama en el que nos encontramos, uno que nos exige adaptarnos a una realidad que se mantendrá por varios meses más. No pasemos de largo por ellos.
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