Los peruanos solemos quejarnos de nuestra clase política y lo hacemos con fundamento. Un breve repaso al pasado nos dice que casi todos nuestros expresidentes vivos están –o han estado– presos por problemas con la justicia. También tenemos exalcaldes, exgobernadores y excongresistas en prisión. Todos ellos fruto de elecciones democráticas, con nuestro voto.
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La mala gestión pública también es un factor importante para la crítica. La ausencia de partidos sólidos, cuadros y planes se hace manifiesta con la precariedad de muchas de nuestras instituciones y políticas públicas.
Al iniciar una nueva cobertura electoral cabe preguntarnos: ¿qué tan responsables somos los ciudadanos de lo que nos pasa? ¿Tenemos la clase política que merecemos porque nosotros la elegimos? ¿Cuál es el rol de los medios de comunicación?
La responsabilidad de los ciudadanos es innegable. Las cosas no pasan solas y los cambios en la política tampoco. Tenemos la clase política que elegimos. Si la merecemos o no, ya es cuestión de lo que piense cada uno. Sí cabe reflexionar sobre si la oferta electoral es la adecuada (solemos elegir lo que llaman el mal menor), pero esa es otra discusión. Felizmente, gracias al sistema democrático, cada cierto tiempo podemos renovar y, ojalá, mejorar nuestra clase política.
Por eso son tan importantes las elecciones: es el momento estelar de la democracia y, como tal, merece nuestra máxima atención. Desde hoy, El Comercio empieza a cubrir las elecciones 2021 con más frecuencia en todas sus plataformas. Nuestro objetivo es informar a la ciudadanía para que tome la mejor decisión posible, de acuerdo con el criterio que cada uno maneje.
A través de informes, crónicas, especiales, entrevistas, utilitarios, podcast, newsletters, debates, encuestas de El Comercio-Ipsos y otros productos especiales, informaremos a nuestros lectores sobre aquellos que pretenden ser elegidos y sus propuestas. Un buen ejemplo del tipo de notas que elaboraremos es el que presentamos aquí, elaborado en alianza con IDEA Internacional.
Los medios de comunicación estamos obligados a informar sobre las denuncias que puedan existir sobre los candidatos, pero también a dar a conocer sus propuestas. La campaña no puede ser solo una guerra de pullas y denuncias. Deben existir espacios para el debate y análisis de propuestas, y El Comercio usará sus plataformas para ello.
Prometemos imparcialidad y una clara separación entre los editoriales y opiniones que se publican en El Comercio y las páginas informativas de la sección Política.