Uno de los grandes sueños de una familia o persona independiente es adquirir una casa o un departamento. Este sueño puede hacerse realidad gracias a un financiamiento bancario. Es un gran compromiso que puede durar 10, 20 o hasta 30 años. Por ello, tienes que informarte bien antes de solicitarlo.  

Jorge Quintana, gerente general de Quam Consultores, explica que el crédito hipotecario se le otorga a quienes deseen construir, adquirir, ampliar o reparar un inmueble, dando como garantía la misma vivienda.

En el primer caso se puede solicitar para adquirir un bien futuro, es decir los que se compran en preventa o planos, que aún no han sido registradas en la Sunarp; o para una vivienda terminada, esto aplica para las casas recién construidas o de segundo uso. Por lo general, acceden a él las personas naturales de entre 25 y 65 años, que demuestren capacidad de pago y no estén reportados de forma negativa en centrales de riesgo como Infocorp. “En el caso de un trabajador dependiente, el banco toma en cuenta la antigüedad laboral. Suelen negarle el préstamo a quienes tengan menos de un año en su empleo actual”, aclara el especialista.

El financiamiento –dependiendo del banco- cubre como máximo el 90% del valor de la propiedad, por lo que el futuro dueño tendrá que cubrir el resto, es decir, pagar la cuota inicial.

TIPOS DE INTERESES
Existen préstamos con cuotas de intereses fijos y flexibles. En el primero se paga el mismo monto mensual hasta saldar la deuda; mientras que, en el último se abona la misma cantidad durante los primeros años (entre 5 y 10 años), y luego los intereses se ajustan a la tasa vigente, por lo que el desembolso mensual puede bajar o subir.

En cuanto al tiempo, suelen ser de largo plazo y pueden ir hasta los 30 años. Se recomienda evitar elegir los periodos más prolongados, pues, aunque las cuotas son menores se pagan más intereses. Procura que el plazo que elijas te permita cumplir con el abono mensual sin que tener que ajustar demasiado tu economía.

UNA GRAN OPCIÓN
Susana Cayo, directora comercial del Grupo Octagon, explica que en el caso del condominio Ocean Reef los clientes suelen acudir al banco BBVA para solicitar el crédito hipotecario. “Esta entidad hace una evaluación personalizada de los interesados en función de sus ingresos, egresos y patrimonio, para poder establecer el porcentaje de la cuota inicial que se le solicitará y la cantidad que se otorgará mediante el crédito”, explica Cayo.

Destaca que Ocean Reef, ubicado en San Bartolo, está considerado un proyecto de vivienda urbana por lo que el préstamo hipotecario puede cubrir hasta 90% del precio del inmueble, siempre que sea la primera propiedad que adquiere el comprador.

El financiamiento mixto es otra alternativa para invertir en este condominio. En este caso, si el cliente no cuenta con el monto completo de la cuota inicial solicitada por el banco, puede firmar una minuta con la inmobiliaria para que esta le conceda un plazo de hasta nueve meses para reunir la suma. Posteriormente el banco desembolsará el dinero del préstamo.

La tercera opción es el financiamiento directo, aquí la inmobiliaria le solicita al comprador un aporte inicial del 30% del valor del departamento, 60% en cuotas -mensuales, bimestrales o trimestrales-, y al entregarlo, el 10% restante. “El comprar con anticipación genera un importante ahorro, por ello, la mejor opción es adquirir en la segunda etapa de Ocean Reef, obra que será culminada en diciembre del 2019. Cuanto más se acerque la fecha de entrega más se incrementa el valor del metro cuadrado”, asegura la directora comercial del Grupo Octagon.

Al invertir en una vivienda en este condominio, situado a solo 30 minutos de Lima, también se puede disfrutar de 3,000 m² de áreas comunes, entre las que están: un parque interno, tres piscinas, juegos para niños, spa con piscina temperada, sauna, baño a vapor, zona de masajes, gimnasio equipado, sala de yoga y bailes, área de parrilla y restaurante. Lo mejor es que tiene acceso directo a la playa. Es todo un lujo frente al mar.

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