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Ansiedad infantil: ¿Cómo apoyar a tu hijo en su vuelta a clase?

Su autoestima es clave para la adaptación. Ayúdalo a ganar confianza y motiva su curiosidad.

Ansiedad infantil: ¿Cómo apoyar a tu hijo en su vuelta a clase?

El trastorno de ansiedad por separación se puede presentar desde la edad preescolar hasta los dieciocho años.

Jueves 28 de febrero del 2019

No es algo atípico. Hace apenas unos meses Emma Stone contó que sufre ataques de ansiedad desde los siete años. “Todos los días iba a la enfermería del colegio y les pedía que llamaran a mi mamá, porque me dolía el estómago. Pero no estaba enferma, estaba ansiosa”, explicó la actriz y cantante estadounidense, durante una entrevista con el psiquiatra Harold S. Koplewicz para el Instituto Mental Infantil de Nueva York.

En el Perú, 3% de los niños en edad escolar sufre ansiedad generalizada —el trastorno con el que fue diagnosticada la protagonista de “La La Land”—, según el documento técnico “Situación de Salud de los Adolescentes y Jóvenes en el Perú. 2017”, del Ministerio de Salud.

Hay otro tipo de ansiedad que no suele ser severa, pero sí más extendida: la vinculada con el ingreso al colegio o el retorno a clases. Y es que mientras algunos niños se muestran entusiasmados con la idea de reencontrarse con sus amigos y profesores, otros no.

Gustavo Rivara, pediatra, neonatólogo y autor de “Wawa. Un libro para padres”, explica que es normal que sientan nervios o algo de temor en estos contextos. “Los niños piensan en los nuevos maestros, si sus mejores amigos seguirán ahí o si van a encajar en el nuevo grupo. Y, a todo eso, se suma el hecho de terminar las vacaciones con esas largas horas de juego y la posibilidad de dormir mucho”, indica.

MIEDO AL CAMBIO
Existen diferentes cuadros de ansiedad, pero el más frecuente es el trastorno por separación. Esta dificultad —esperada cuando los niños comienzan el nido y deben superar una adaptación progresiva— también puede ocurrir en periodos más avanzados de su escolarización.

“En general tiene que ver con un temor hacia lo desconocido, y está muy relacionada con su maduración emocional”, explica Victoria Pareja Ríos, psicóloga clínica, psicoterapeuta y presidente de la Asociación Peruana de Psicoterapia Psicoanalítica de Niños y Adolescentes. Las causas, no obstante, pueden estar vinculadas a otros factores, como el temor a lo imprevisible, situaciones donde se ponen a prueba sus capacidades o cuando sienten que pierden el control de una situación. 

Así, su ansiedad se puede reflejar a través de distintos síntomas: llanto —muy habitual entre los más pequeños—, dolor de estómago, nauseas, dolores de cabeza o, incluso, cambios en sus rutinas de alimentación y sueño. “Si esto ocurre, no debemos minimizar la situación, porque realmente se están sintiendo mal —señala el pediatra Rivara—. Debemos apoyarlos. Contarles, por ejemplo, que nosotros nos sentíamos igual cuando niños”.

Los chicos pequeños pueden tener dificultades para identificar sus emociones. Por eso, la psicoterapeuta de orientación psicoanalítica Nora Rivas Plata Álvarez recomienda ayudarlos a ponerle nombre a esos sentimientos: “Te sientes preocupado/a”, “Te sientes atemorizado/a” “Te sientes avergonzado/a”. Pues, de esa manera, aprenderán a definir lo que les ocurre.

“Con los niños más grandes, necesitamos crear un espacio para hablar sobre sus preocupaciones. Y es indispensable preguntar todo lo necesario hasta entender la situación y no hacer recriminaciones”, dice la también miembro fundador de la Academia de Neurociencias del Perú.

¿CÓMO ACOMPAÑARLO EN ESTE PROCESO?
Para facilitar la integración de tu hijo al ambiente escolar y darle confianza, la psicoterapeuta Nora Rivas Plata Álvarez comparte una lista de pautas que puedes implementar desde casa:

Dale certezas. Debemos asegurarle que volverás a estar con él o ella cuando regrese del colegio.

Fortalece su YO. Elogiarlo es importante.

Infúndale esperanza. Cuéntale anécdotas agradables de tu propia experiencia escolar.

Contén su sufrimiento. Si te dice que no entiende algo que le enseñaron o no le sale algo, escúchalo sin criticarlo y analicen juntos las posibles razones.

Desarrolla un clima de confianza. Este debe coexistir con una organización jerárquica, en la que tenga claro su rol.

Permítele hablar de sus compañeros y profesores. Es importante que, cuando lo haga, no sienta que está criticando a esas personas.

Aprovecha el espacio que te da. Si tu hijo quiere expresar su opinión frente a una situación, no dejes pasar la oportunidad. Y, si es posible, recomiéndale algunas estrategias que podrían ayudarlo.

Se constructiva. Cuando converses con tu hijo debe imperar un ánimo constructivo.

Usa los conflictos positivamente. No pelees. Propicia los cambios y la adaptación. Ten en cuenta que hay conversaciones que podrían no volver a darse.

Aun así, las dificultades pueden persistir durante varios días. ¿Por qué? Porque se trata de un proceso de adaptación y maduración emocional. Sin embargo, si continúan más allá del mes del inicio de clases o empiezan a aparecer síntomas más severos, como palpitaciones, dificultad para respirar, mareos o escalofríos, entre otros, es recomendable consultar con un experto, para descartar un cuadro de mayor seriedad, como la ansiedad generalizada. 

✎ Escribe: Gloria Ziegler 

 

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