El Chief Financial Officer (CFO), o gerente de Finanzas, es considerado por muchas razones como la mano derecha del CEO. No en vano, entre las empresas globales, el ingreso promedio del CFO es el más alto entre los integrantes de la alta dirección, solo por debajo del CEO.
En el Perú, por ejemplo, en las empresas con facturación entre US$30 y US$50 millones, el ingreso del CFO está entre los US$100.000 y US$170.000, según datos de la consultora Michel Page. En un entorno volátil, de alta competitividad y de mucha incertidumbre, contar con un segundo al mando capaz de mantener los costos a raya y las proyecciones de utilidad en azul, resulta sumamente clave.
Por otro lado, son los responsables de reestructurar operaciones financieras, conseguir créditos a tasas razonables, saber manejarse entre la inflación y el alza de los precios de proveedores, reformulando permanentemente los presupuestos. Es, para algunos, el co-CEO en las empresas. Porque el CFO, más que un simple experto en finanzas, se ha convertido en la práctica en el socio estratégico del CEO. Si bien en el pasado era solo un guardián financiero, interpretando los datos contables históricos y las proyecciones financieras para ayudar al CEO a comprender el estado financiero de la compañía, ahora se enfoca en la administración y minimización de los riesgos.
Según un libro blanco de la Federación Internacional de Contadores (IFAC, por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York, el rol tradicional de CFO ha evolucionado, sumando a sus responsabilidades en la administración financiera la toma de decisiones estratégicas y operativas
Hoy, el CFO respalda al CEO en el liderazgo del negocio, comunicando el desempeño de la compañía en las reuniones de directorio, compartiendo información sobre los retos y problemas de la empresa con el resto de líderes de la compañía. Por lo tanto, el CFO no solo lidera los procesos, la gestión y la ejecución de la estrategia, sino que comparte con el CEO la responsabilidad del éxito o de fracaso. Frente a estas prerrogativas, ¿cómo elegir al CFO correcto?
FINANZAS Y NEGOCIOS
Para comenzar, está descartado que el CFO posee una sólida comprensión de la contabilidad y de las finanzas, y cómo las dos disciplinas trabajan juntas para hacer crecer un negocio. Por otro lado, las habilidades blandas son clave, porque deberá saber comunicar con asertividad los desafíos, oportunidades o riesgos a la junta directiva, a los colaboradores o a los representantes de los bancos. Finalmente, si bien no necesariamente será un experto en su sector, deberá estar familiarizado con la industria en la que está y de preferencia tener experiencia dentro de ella.
El CFO trabaja con información sensible, compleja y confidencial. Un buen CFO ayuda a tomar decisiones acertadas, adelantarse a posibles contingencias, evaluar riesgos y asegurar la liquidez. Sin embargo, elegir mal al CFO, a decir de la consultora especializada en la búsqueda de ejecutivos Pedersen & Partners, conlleva importantes riesgos de negocio.
✖ Pérdida de confidencialidad. El CFO maneja información altamente sensible.
✖ Control. Riesgo de la empresa en términos financieros, legales y reputacionales.
✖ Mal manejo. Negligencia fiscal, excesivo endeudamiento, mala estructuración, etc.
✖ Caída de la confianza. Mala imagen entre bancos, auditores, inversionistas o proveedores.
Cuando se plantea incorporar un CFO es habitual tener dudas sobre el perfil adecuado. Para definirlo bien, es esencial tener claros aspectos como la estrategia de la compañía, tamaño, complejidad organizativa, tipología de clientes, estrategia financiera, estrategia de crecimiento, presencia internacional, estructura societaria, sector de actividad, estructura de capital, fuentes o necesidades de financiación y prácticas de control interno y manejo de la auditoría externa.
El CFO tiene cada vez más un rol importante en la toma de decisiones estratégicas. Para elegir bien un CFO hay que tener en cuenta tanto aspectos profesionales como personales. Los aspectos profesionales deben definirse en un perfil que esté alineado con los retos, situación y estrategia de la compañía. Los aspectos personales deben asegurar que el candidato elegido reúna valores alineados a la cultura de la empresa, como honestidad, integridad, innovación y trabajo en equipo.
EL ROL DEL CFO
Según el reporte The new CFO growth agenda (2017), elaborado por Accenture, el 35% de los Directores Financieros afirman que participarán en procesos de adquisición de empresas en los próximos 12 meses, con el fin de asegurar que su compañía sobreviva los retos de la competencia disruptiva. En otro estudio (The changing role of the CFO, EY 2017), el 90% cree que es crítico explotar la tecnología y más del 50% considera que sus equipos todavía no tienen las habilidades necesarias para ejecutar prioridades estratégicas marcadas por la dirección (CFO DNA, EY 2016).
Si bien todos han oído hablar del término “innovación disruptiva”, no son muchas los CFO que están asumiendo los desafíos de la era digital y de la necedidad de repensar el modelo de negocio. A decir de la revista Retina, publicación especializada en transformación digital, innovación y talento, los CFO que buscan asegurar el futuro de sus organizaciones deberán abarcar no solo asuntos netamente financieros, “sino también conocimiento del mercado, de los requerimientos del cliente y del entorno competitivo. Las expectativas puestas en él o ella son enormes”.
Según un artículo escrito en Retina por Noelia Gómez Rivero, senior consultan en The Value Search Team (España), la responsabilidad de los CFO es mayor, porque las organizaciones luchan con una velocidad de cambio cada vez mayor y esperan que ellos lideren, o al menos tengan un papel relevante, para responderle a la competencia disruptiva. “La contribución del CFO para cambiar la estrategia es ahora más que nunca crítica para una compañía y para ello debe tener en cuenta cinco elementos si quiere hacer frente a los competidores disruptivos”, dice Gómez Rivero.
Solo los CFO que consigan adaptarse a este nuevo entorno, donde sus responsabilidades van más allá de la administración financiera, serán capaces de ayudar a sus organizaciones a responder de forma rápida y contundente a la competencia disruptiva, a partir del uso de tecnologías digitales y las herramientas de gestión empresarial, para adquirir ventaja competitiva. ¿Sabe si el CFO de si organización posee un pie en los números y otro en el uso de nuevas herramientas digitales?
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