Del año 2000 al año 2018, Bill Gates ha figurado entre los tres hombres más ricos del planeta. En este periodo, 11 años figuró en el primer lugar, seis en el segundo lugar y solo una vez en la tercera ubicación. Según la revista Forbes, que se encarga de elaborar este listado desde 1987, la fortuna de este personaje alcanzó este 2018 los 90 billones de dólares. Es decir, si Gates fuera un país, y se comparar su fortuna con el PBI de otros países, se podría decir que ocuparía el Nº 63 en el ranking global de PBI, por delante de economías como las de Costa Rica, Panamá, Uruguay, Bulgaria, Ucrania, Angola, Bolivia, Paraguay o Islandia.
¿Por qué Gates sigue figurando en estos rankings, a paesar de que dejó de ser el CEO de Microsoft en el año 2000, la compañía que fundó en 1975? Fue presidente y el mayor accionista de Microsoft hasta 2014, pero se dedica de lleno desde 1999 a la Fundación Bill y Melinda Gates, que dirige con su esposa, Melinda, considerada la mayor organización benéfica del mundo. Fuera de su labor filantrópica, Gates ha sabido invertir su dinero inteligentemente, principalmente en una entidad llamada Cascade Investiment LLC. Este fondo de inversión, fundado en 1995 por Gates, posee inversiones en más de 40 empresas globales.
FONDO DE INVERSIÓN
Cascade Investment, L.L.C. es un holding estadounidense con sede en Kirkland, Washington. Si bien Bill Gates es el propietario, está a cargo de Michael Larson como gerente comercial y director de inversiones. Cascade es la empresa sucesora de Dominion Capital, el primer vehículo que usó Gates para sus inversiones fuera de Microsoft, dirigido en los ochentas por Andy Evans. La compañía se describe a sí misma como una compañía de inversión diversificada, en principalmente empresas como cadenas de hoteles, ferroviarias, maquinaria pesada, compañías de logística globales, aceros y empresas de tecnología.
Victoria Barret, editora asociada de Forbes, identificó que la mayoría de empresas en las que invierte Gates no son de tecnología, sino temas de gestión de basura (Republic Service), venta de vehículos usados (AutoNation) y productos de limpieza (Ecolab). Estas tres empresas representan la mayor parte de las inversiones de Gates. Respecto a Microsoft, la compañía se cotiza por un valor de nueve veces sus ganancias futuras. “Esa es la jugada maestra”, afirmó Barret. Cascade Investment también forma parte activa en alguna de sus inversiones. Larson, en representación de Gates, integra diversas juntas directivas desde hace 20 años.
Bill Gates también invierte en ResearchGate, una red 2.0 para científicos al estilo de Facebook. Esta red fue creada hace ocho años por dos doctores y un especialista informático, y cuenta en la actualidad con más de tres millones de usuarios. Gates lidera una inversión en ResearchGate de US$35 millones, al lado de Tenaya Capital y la participación de Dragoneer Investment Group, Thrive Capital y otros socios capitalistas. Según ha señalado Ijad Madisch, CEO de ResearchGate y uno de sus fundadores, el interés de Bill Gates en su compañía se debe a su deseo de promover la ciencia abierta y su visión de la responsabilidad social.
VISIÓN FILANTRÓPICA
En 2008, en la cumbre de Davos, Gates expresó ese enfoque a través del término “capitalismo creativo”. Aquel día, frente a los hombres más poderosos del mundo, el fundador de Microsoft invocó al padre del capitalismo, Adam Smith, para señalar que si bien el modelo se basa en un instinto netamente individualista, Smith dijo explicó que el ser humano se alegra al ser testigo del bienestar del prójimo. Bajo ese enfoque, el “capitalismo creativo” busca seguir multiplicando la riqueza, pero a partir de obras que agreguen valor a la sociedad, con una dosis de conceptos como Responsabilidad Social o Creación de Valor Compartido.
Para Gates no se trata de asistencialismo, sino de generar bienes y servicios acorde a las capacidades de las distintas poblaciones, y que siga siendo negocio para las empresas. Ahí es donde entra el término “creativo”, porque se trata de buscar formas y métodos cada vez más innovadores en materia de costos de producción, de elaboración y en todo lo que sea necesario, para poder llegar a más personas. En pocas palabras, el ojo filantrópico de Gates también se expresa a los negocios, invirtiendo en empresas capaces de generar un impacto positivo a la sociedad y el medio ambiente.
Invertir y diversificar le han permitido al ex fundador de Microsoft construir un portafolio de inversiones que le ha dado tan buenas ganancias. La clave: encontrar una persona que le ayude a tomar buenas decisiones financieras. Gracias Larson, Gates está más dedicado a dictar conferencias alrededor del mundo y realizar labores filantrópicas a través de la fundación que tiene con su esposa. Sin Larson, y todo el equipo de Cascade Investment L.L.C., Gates difícilmente habría podido desligarse de las decisiones de inversión, en empresas principalmente ubicadas en Estados Unidos, México y España.
ESTILO DE INVERSIÓN
Según un artículo en la web especializada Simply Safe Dividends, a partir de declaraciones recogidas en discursos, entrevistas y cartas a sus inversionistas, es posible advertir SEIS claves para invertir al estilo de Bill Gates.
1. Invertir en el largo plazo. Cuando le preguntaron cuál era el mejor consejo financiero que le podía dar a una persona, la respuesta de Gates fue invertir en sectores que garanticen el futuro de la sociedad, y empresas que tengan estrategias en temas re responsabilidad social y cuidado del medio ambiente.
2. Fines específicos. Ahorrar, invertir o simplemente gastar el dinero, todo debe tener un fin específico. El problema del dinero es que es muy sencillo gastarlo cuando llega. Por esa razón Gates cree en que es mejor apostar por empresas que poseen propósitos claros, que permiten prever hacia a dónde van.
3. Perseverar. Respecto al dinero, Gates ha comentado que, como en la vida, las cosas no suceden de la noche a la mañana, por lo que ahorrar para una casa o un negocio, pagar un crédito o una deuda, siempre requerirá de una dosis de perseverancia para no perder de vista el objetivo.
4. Aprender de los fracasos. Según Gates, el éxito es un maestro terrible, pues seduce a la gente inteligente a creer que no van a perder. La idea es aplicable también para los asuntos económicos pues en ese ámbito, es importante estar orgulloso de los logros, sin olvidar sobre todo el esfuerzo que hubo detrás de cada uno.
5. Buena estrategia. Planear, discutir, criticar y construir. La vida está hecha para que los planes y las estrategias fracasen constantemente, pero se debe mantener una mentalidad orientada a la flexibilidad. Si el plan de inversión fracasa, se debe tener a la mano una nueva solución. No obsesionarse en estrategias que no funcionan.
6. Lo simple es lo mejor. El mentor financiero de Bill Gates, Warren Buffett, comentó alguna vez en presencia de Gates que el mejor consejo que puede dar es mantener las cosas simples. En ese sentido, invertir en compañías cuya reputación y éxito en el largo plazo es mejor que invertir en estructuras complejas.
Otro consejo clave que repite Gates en sus seminarios es no encargarse de todo uno mismo. Por esa razón confía en Michael Larson para encargarse de sus inversiones, mientras él recorre el mundo liderando sus programas filantrópicos en África o América Latina. ¿Contamos con personas así en cada una de nuestras unidades de negocio? Quizá, más importante que invertir al estilo de Bill Gates es contar con aquellas personas capaces de invertir nuestro dinero al estilo de los grandes inversionistas del mundo. ¿Conocemos gente así?
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