5.Gracias a una iniciativa financiada por el gobierno para atraer talento a Chile, el país se conoce entre los grandes inversionistas en tecnología como “Valle de Chilecon”. La gran apuesta, liderada por el presidente Sebastián Piñera desde su primer gobierno, empezó con el lanzamiento de Start-Up Chile, una incubadora y aceleradora de negocios que otorga a empresas seleccionadas un fondo concursable de US$40.000, así como un mes de residencia en Santiago (para emprendedores fuera de Chile), con el propósito de impulsar la innovación.
Desde el año 2011, más de 1.200 nuevas empresas, en 72 países, se han graduado del programa, y se han recaudado más de US$100 millones, generando más de 1.500 empleos en el proceso. Como uno de los problemas más comunes que enfrentan las startups, en este contexto, es quedarse en el país una vez que se han graduado del programa, Start-Up Chile lanzó a principios de 2015 Scale, una iniciativa dirigida a graduados, que proporciona US$100.000 en fondos adicionales, siempre que el negocio se quede en Chile.
Por todos estos motivos, la prestigiosa revista Fast Company, que lista los emprendimientos más innovadores del mundo, reconoció a Start-Up Chile como la organización más innovadora de América Latina.
Para José Ramón Aboitiz, director de Start-Up Chile, además de los beneficios mencionados, están los espacios de coworking gratuitos, las conexiones globales, visa de trabajo por un año, cursos y talleres específicos para potenciar habilidades, desarrollo de estrategia, mentoría, entre otras subvenciones por pertenecer a la comunidad.
“El programa de aceleración es un gran trampolín para todas las startups que llegan. Realmente se ha logrado un impacto no solo local sino global, y se ha creado un ecosistema de emprendimiento en Chile que reúne universidades, incubadoras, aceleradoras, inversionistas ángeles, programas semilla, fondos concursables e inversiones corporativas en startups”, explica Aboitiz. Según él, esta institución se ha convertido en la más reconocida aceleradora no solo de América Latina, sino en un referente global en políticas públicas de emprendimientos.
Fasta Company coincide con esta visión. Start-Up Chile es la aceleradora líder de Latinoamérica, y se ubica entre las TOP 10 a nivel global. Por otro lado, reúne la más grande y diversa comunidad de startups en el mundo. “Start-Up Chile cambió la visión del emprendimiento a nivel global. Después de su creación, alrededor de 50 países crearon programas similares”, destaca la revista. Para Aboitiz, el desafío ahora es continuar apoyando y desarrollando el ecosistema emprendedor en Latino América, seguir logrando resultados medibles para nuestra economía, y apoyar a que más emprendedores se sumen al programa.
ADN INNOVADOR
Alonso Mujica, emprendedor peruano, seleccionado recientemente por Start-Up Chile por su emprendimiento llamado Silabuz, resume 6 razones por las que esta organización pública se ha convertido en el eje de una política trasversal de apoyo proyectos de alto impacto.
1. Inversión a largo plazo: hace ocho años, resultan escasos los ejemplos de gobiernos en la región que apostaran por la innovación, bajo la promesa de invertir por ocho años consecutivos US$40 millones en startups.
2. Burocracia de élite: la entidad detrás de esta organización es la Corporación de Fomento de la Producción de Chile (Corfo), equivalente de la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide), que posee funcionarios públicos de primer nivel.
3. Innovación como foco: más que invertir en proyectos innovadores esta entidad se ha preocupado por construir y promover un ecosistema internacional, y a la vez en potenciar un clima atractivo para emprendedores de todo el mundo.
4. Visión mundial: esta aceleradora no es exclusiva solo para las personas que nacieron o tienen empresa en Chile. Es internacional. Al ser seleccionado Start-Up Chile ofrece un “welcome pack”, que incluye visa de trabajo, estadía y otros beneficios.
5. Diversidad internacional: el nivel de la aceleradora se potencia gracias al perfil de los emprendedores, que provienen de más de 70 países, sumando formación, experiencia, prácticas empresariales, know how, talento, cosmovisión y cultura.
6. Acompañamiento permanente: además de haber incubado el negocio, el seleccionado ingresa a una etapa de aceleración, con miras a desarrollar el negocio en Chile. Es decir, el fin final es que el negocio termine contribuyendo a la economía del país.
Para Mujica, la potencia que produce trabajar con profesionales que persiguen los mismos objetivos que uno, que han vivido cosas parecidas o completamente distintas, que tiene el objetivo de sacar adelante su proyecto o producto, confabulan para definir un clima lleno de meritocracia y creatividad. Por esa razón, al término del programa, muchos emprendedores mantienen lazos para futuros emprendimientos, compartiendo buenas prácticas, experiencias y potenciales relaciones comerciales. “La transferencia de conocimiento, ideas y creatividad que se generan es la clave para que un programa como este sea de tal magnitud”, dice Mujica.
¿Qué le falta a Start Up Perú para ser considerado como un organismo altamente innovador?
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