el testamento de haya

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ras una vida política de idas, venidas, desencuentros y alianzas insólitas, Víctor Raúl Haya de la Torre murió en 1979 sin dejar un claro heredero a la cabeza del APRA. Tanto Armando Villanueva del Campo como Andrés Townsend Ezcurra querían ser candidatos a la presidencia en 1980, en una pugna entre dos ideas distintas del aprismo. Villanueva, primer secretario de la Juventud Aprista (JAP), cargaba con las ideas fundadoras; Townsend, el intelectual, reivindicaba las ideas hayistas de la convivencia con Prado (1956-1962). Con el apoyo de un joven Alan García, entonces de 30 años, Villanueva fue lanzado a las elecciones y perdió con Belaunde. En el congreso partidario de ese año, la camada intelectual se retiró, conformó el Movimiento de Bases Hayistas (MBH) y nombró a Townsend como el verdadero sucesor de Haya. El bando opuesto aseguraba que García era el sucesor, y lo eligió secretario general en 1982. El testamento de Víctor Raúl nunca apareció.