Tabla de Picar: "Memorias de la TV", por Catherine Contreras

Recuerdo el rostro de Teresa Ocampo. Amable, siempre sonriente. La veía en blanco y negro por la pantalla curva de la TV analógica que teníamos en la cocina, cerca de la mesa donde solíamos almorzar.

Su presencia acompañaba en momentos en que el hambre empezaba a asomar y mi mamá se disponía a hacer magia para dar de comer al familión. Recuerdo las verduras que bailaban en la pegajosa cuña de presentación de "El menú de Gastón", con un Jean Yves Laurent que quizá no estudió cocina, pero que aprendió a comunicar esas recetas que las amas de casa supieron replicar.

Recuerdo a Astrid Gutsche, más que a Gastón. En la pantalla de nuestra nueva televisión a color destacaba esta rubia con acento extranjero, hablantina y acelerada, tan distinta a nosotros los peruanos. 

A don Pedrito también lo recuerdo. Especialmente su timbre de voz, con su 'cusí cusá' y meneando el cuerpo ante las cámaras, mientras aderezaba unos platos generosos. Y antes de él recuerdo a Toshiro, en los comerciales de televisores, vestido como para dictar una clase de karate, cuando ni sabíamos lo que era o hacía un itamae.

Mucho más recientes son los recuerdos de Acurio empujando el carrito de su "Aventura culinaria", de Mauricio Fernandini con sus "20 lucas" y de Pedro Miguel Schiaffino con "Desde el jardín".

Son ellos algunos rostros que dejaron huella. Que se colaron en nuestros hogares con un plato bajo el brazo, y que a lo largo de seis décadas recitando sus recetas (dos veces, para no olvidar), construyeron ese Perú gastronómico cuya identidad también se sazonó desde la pantalla chica.