Mistura 2017: Así fue el cierre de la feria gastronómica
Mistura 2017: Así fue el cierre de la feria gastronómica
Catherine Contreras

Decidimos ir a pie, y 20 minutos tomó llegar desde la Plaza de Armas hasta el Club Revólver. La vista descubrió los nuevos aires de un barrio añejo, en un recorrido de casi dos kilómetros que se inicia cruzando el Puente de Piedra, histórica pieza de ingeniería que tras más de 400 años le gana en solidez a cualquiera. El jirón Trujillo es ahora peatonal, tradicional y diverso. Sigue allí la diminuta parroquia Nuestra Señora del Rosario, pero ya no la peña Hatuchay; cinco pollerías tientan con su aroma y anticipan lo que se viene. La feria fue hasta el domingo pasado la inquilina más famosa del distrito bajopontino.

El cerro San Cristóbal se despidió de la gran feria que durante 11 días cobijó en sus faldas, en un local más pequeño pero que la hizo más transitable. La recorrimos completa y a paso raudo. La atención se enfocó en las novedades y encontramos algunas interesantes.

—Cocina feliz—
Sin saber que se trataba del cocinero que hace 5 años abrió El Sótano (en Surco), probamos las hamburguesas veganas de lentejas y hongos de Porcón que Santiago Santolalla ofrece en Seitan Urban Bistro, uno de los dos restaurantes de comida saludable que este año debutaron en Mistura.

Santolalla no era vegano, pero abrazó esta opción tras pasar por la escuela de Paul Bocusse en Lyon y vivir un tiempo en Alemania. Su participación en la feria tiene que ver con sus planes futuros: quiere medir la acogida de su cocina para planear próximamente un festival vegano. Contento ha quedado el joven chef. El primer domingo de feria vendió 300 porciones (de su hamburguesa y su ensalada andina de quinua, olluco y mashua), así que una lectura rápida indica que entre los comensales genéricos (no de nicho) hay interés por comer saludable.

Mayra Churrango también está feliz. La joven de 26 años ha terminado con ampollas en los pies pero con el corazón contento porque su pato en ají con frejoles, cuya receta heredó de su bisabuela Paula, ha sido uno de los favoritos en la zona de brasas donde reina el chancho al palo. Ella es cocinera formada en la escuela Pachacútec y esta fue su primera experiencia misturera con El Huaquerito con Sabor a Huaral, el restaurante que dirige con su madre Dora Gamarra y sus hermanos Martín y Gustavo.

—Calor que mata—
Tentadoras y nutritivas se muestran las sopas y caldos en la feria, pero es muy probable que en ventas no la hayan pasado tan bien. De día, el sol primaveral jugó una mala pasada a quienes –antes del cambio de fecha de Mistura– fueron anunciados como la gran novedad de esta edición. Y aunque muchos noticieros enfocaron sus cámaras hacia ellos –publicidad asegurada–, bueno hubiese sido conceder a estos exponentes regionales un plato de fondo alternativo.

Mistura 2017: Así fue el cierre de la feria gastronómica
Mistura 2017: Así fue el cierre de la feria gastronómica

Mejor acogida tuvo la propuesta del Bar Medicinal, con infusiones que no solo ofrecían calientes, sino tibias, frías y hasta heladas, al gusto del cliente. Este paraíso de herboristería celebra la diversidad de plantas medicinales que el Perú tiene, recuperando costumbres caseras que la pastilla de laboratorio tiene relegadas.

Familias enteras, grupos de amigos, menos turistas y más caseras dispuestas a llenar sus bolsas de compras vimos en la Mistura que termina hoy. Una edición que renovó la oferta en restaurantes y la concentró en el Gran Mercado, algo más breve y ordenado. Aun así, hay que mirar más hacia el interior y acercar al consumidor limeño sabores que ni conoce. Evaluar pros y contras para la fecha fijada e insistir con un campo ferial que sea fijo, cómodo y accesible.

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