Armónica Café (Foto: Paola Miglio)
Armónica Café (Foto: Paola Miglio)
Paola Miglio

Este es un terreno peligroso. Para algunos de batallas extremas. Casi inexplorado por muchos y por una cierta parte de la población asimilado como un mantra: la llamada “cocina saludable”, que se distingue por no incorporar algunos insumos en sus preparaciones: alimentos de origen animal o derivados (como la leche), gluten, azúcar, entre otros. La tendencia ha ido en aumento en Lima y cada vez son más los cafés y restaurantes que tienen esa propuesta en su menú. Como ejercicio recaí en Armónica Café. Y digo recaí porque lo he frecuentado bastante (no es completamente vegetariano, pero hay varias opciones) y nunca salí satisfecha. Ante las colas enormes que he visto formarse a la hora del brunch los fines de semana y por varios comentarios de gente cercana, quería averiguar si algo había cambiado desde mis últimas visitas.

El lugar siempre me ha parecido un tanto desangelado y frío: a pesar de tener detalles interesantes en el mobiliario, no destila confort. Esto, sin embargo, contrasta con la atención, que es muy amable y considerada. Su carta, larga, larguísima, es quizás una de las patas que desestabiliza la armonía. Si uno se aventura en una especialidad complicada y retadora, que apunta por el reemplazo de ingredientes a los que el paladar ya está acostumbrado, debe empezar sin prisa y perfeccionando cada plato. Luego, hacer crecer la carta para no caer en errores tan evidentes como un wrap algo soso acompañado de una ensalada marchita, un queque de chocolate seco o un bol de fresas y arándanos batidos con leche vegetal donde la fruta no presenta el punto de maduración correcto y la textura se muestra escarchada. Un detalle: espero que estén realizando la trazabilidad del salmón que ofrecen en algunos platillos.

En el menú hay ideas buenas y porciones bien servidas, sobre todo porque con sus propuestas intentan salir de lo que normalmente uno se espera de este estilo de local: que sea repetitivo, aburrido y sirva los mismos platos en distinta presentación. Destacan, eso sí, clásicos: sus waffles, por ejemplo, contundentes a la vista y de correcta factura (esta vez llegaron recién hechos a la mesa); y su pie de pecanas, generoso y de adecuado dulzor, entre otros.

Armónica Café tiene potencial, se necesita este tipo de espacios en la escena gastronómica local, pero también tiene que trabajar mejor su sazón y el detalle, lo que permitirá que sus platillos tengan sabores mejor equilibrados y los ácidos y dulces no se disparen sin dirección. Quizá reduciendo la carta pueda concentrarse y lograr mejores resultados. Hay que recordar siempre que menos es más. Un detalle, muy simple y rápidamente enmendable: el café, por favor, es un básico. No basta con que se anote que es orgánico, hay que conseguir uno de buen tostado y manejar bien su preparación para que la bebida en taza no resulte de amargor desagradable.

AL DETALLE:
Puntuación: 12/20
Tipo de restaurante: café con acento en vegetales, no lactosa, no gluten, no azúcar.
Dirección: Av. La Mar 1167, Miraflores.
Horario: todos los días de 8 a.m. a 10 p.m.
Estacionamiento: puerta calle. Bebidas: batidos, jugos, infusiones, café y cerveza.
Precio medio por persona (sin bebidas): de S/ 25 a S/ 60, dependiendo si va para desayuno, almuerzo o cena.

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