Las exposiciones prolongadas al sol no solo pueden causar quemaduras, sino también golpes de calor o cuadros severos de deshidratación.
Las exposiciones prolongadas al sol no solo pueden causar quemaduras, sino también golpes de calor o cuadros severos de deshidratación.
Redacción EC

El inicio del año escolar no solo trae consigo nuevos aprendizajes, sino también la necesidad de enfrentar condiciones climáticas que pueden afectar la salud de los estudiantes. En esta época, el sol es un factor de riesgo constante durante las formaciones matutinas, los recreos y cualquier actividad al aire libre dentro del colegio. La radiación ultravioleta (UV), el calor intenso y la falta de sombra adecuada pueden causar desde daños leves en la piel hasta problemas de salud más graves, como golpes de calor e insolación.

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¿Cuáles son los riesgos de la exposición al sol en los escolares?

La exposición solar sin protección puede generar múltiples problemas de salud en niños y adolescentes. Según la Dra. Inés Castro, dermatóloga pediatra de la Clínica Internacional, los efectos pueden ir desde quemaduras solares y deshidratación hasta el aumento del riesgo de desarrollar cáncer de piel en la adultez. “Incluso las quemaduras solares leves en la infancia pueden incrementar la probabilidad de padecer cáncer de piel más adelante”, advierte.

El Dr. Joel Chalco, dermatólogo de la Clínica San Gabriel, agrega que la exposición prolongada al sol no solo daña la piel, sino que también puede provocar condiciones más inmediatas como la insolación y el golpe de calor. Además, algunas personas pueden presentar reacciones fotoalérgicas, es decir, alergias desencadenadas por la radiación UV, o agravamiento de condiciones preexistentes como la dermatitis atópica.

Por su parte, la Dra. Carla Hübner, de la Clínica Ricardo Palma, destaca que los riesgos aumentan hacia el mediodía, cuando la radiación solar es más intensa.

¿Cuánto tiempo pueden estar los niños bajo el sol sin riesgo?

No existe un tiempo universalmente seguro para la exposición al sol, ya que factores como el tipo de piel, la ubicación geográfica y la temperatura ambiental influyen en el impacto de la radiación. Sin embargo, los especialistas coinciden en que el tiempo recomendado no debería superar los 30 minutos sin protección, y preferiblemente, la exposición debe darse antes de las 10 a.m. o después de las 4 p.m.

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La Dra. Hübner explica que “las actividades al aire libre deben programarse temprano en la mañana o en la tarde, evitando siempre el horario de mayor radiación”. Asimismo, el Dr. Chalco enfatiza que los niños con piel más clara son más susceptibles a daños solares y deben protegerse aún más. Sin embargo, esto no significa que los niños con pieles más oscuras deban descuidarse. “Existe la creencia de que a la piel más oscura no le pasa nada. Todas las pieles sufren daño solar”, advierte Hübner.

¿Cuál es el mejor protector solar para niños y adolescentes?

El uso de protector solar es una de las estrategias más efectivas para evitar el daño solar, pero no todos los productos son iguales ni adecuados para cada edad. La Dra. Castro recomienda un bloqueador de amplio espectro con FPS 50 o superior, que proteja contra los rayos UVA y UVB, además de ser hipoalergénico, sin fragancia y resistente al agua y al sudor.

El Dr. Chalco hace una distinción importante entre los tipos de protectores:

  • Para niños pequeños, sugiere los fotoprotectores minerales o físicos, que contienen óxido de zinc o dióxido de titanio, ya que estos no penetran en la piel y son más seguros.
  • Para adolescentes, recomienda bloqueadores más ligeros, como los de acabado mate, que ayudan a controlar la oleosidad y evitan el efecto blanquecino en el rostro.

La Dra. Hübner coincide en que “los adolescentes con piel seca pueden usar bloqueadores en crema, mientras que aquellos con piel grasa o con acné deben optar por protectores más fluidos o con toque seco”.

¿Cada cuánto se debe reaplicar el protector solar en el colegio?

Aplicar protector solar antes de salir de casa es fundamental, pero no suficiente. Los especialistas enfatizan que debe reaplicarse cada tres horas, y con mayor frecuencia si el niño ha sudado o ha estado en contacto con el agua.

La Dra. Hübner recomienda que los escolares lleven su propio protector en la mochila y lo reapliquen antes del recreo largo. Por su parte, la Dra. Castro señala que “después de sudar, los niños deben lavarse el rostro y volver a aplicarse el protector solar para asegurar su efectividad”.

¿Cómo evitar los golpes de calor en el colegio?

El golpe de calor es una de las complicaciones más graves de la exposición al sol. Según el Dr. Juan Loo, médico ocupacional de Howden Perú, algunos de sus síntomas incluyen piel enrojecida y caliente, desorientación, náuseas, fatiga extrema y, en casos severos, convulsiones.

Para evitarlo, los especialistas recomiendan:

  • Hidratación constante: Los niños deben consumir al menos un litro de agua al día y los adolescentes, dos.
  • Ropa adecuada: Preferiblemente prendas de algodón de manga larga y colores claros.
  • Sombreros de ala ancha y lentes de sol con filtro UV.
  • Evitar la exposición prolongada al sol y buscar siempre sombra.

¿Cómo afecta el calor al rendimiento académico?

El calor dentro del aula también tiene un impacto negativo en el aprendizaje. El Dr. Loo explica que “las altas temperaturas generan estrés y ansiedad en los estudiantes, reduciendo su capacidad de concentración”. Además, la deshidratación y la fatiga hacen que los alumnos se sientan cansados y desconectados de la clase.

¿Qué medidas deben implementar los colegios para proteger a los estudiantes?

Los colegios tienen un rol clave en la protección solar de los estudiantes. Los especialistas sugieren que las instituciones implementen medidas como:

  • Toldos y áreas de sombra en patios y zonas de recreo.
  • Láminas de protección UV en ventanas de las aulas.
  • Actividades al aire libre en horarios de menor radiación.
  • Políticas de uso obligatorio de protector solar.
  • Charlas educativas sobre los riesgos del sol y la importancia de la fotoprotección.

El Dr. Chalco resalta la importancia de educar a los niños sobre el autocuidado: “Antes de elegir un bloqueador, es clave que los padres enseñen a sus hijos sobre los riesgos del sol y la importancia de usar sombreros, buscar sombra y mantenerse hidratados”.

Con la combinación de protección solar adecuada, vestimenta apropiada y espacios escolares bien acondicionados, es posible minimizar los riesgos de la exposición al sol y garantizar que los niños disfruten del aprendizaje sin comprometer su salud.

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