Blackout. Las modelos empiezan a recorrer el ambiente pero aún no se puede ver nada, todo sigue negro. De pronto, se escucha la voz de Pamela Rodríguez, que al son de un vals, camina por toda la pasarela seguida de la modelos que se posan frente a frente, mientras las luces se van prendiendo. Pamela llega hasta el final de la pasarela, posa frente a los fotógrafos y se echa cómodamente en el suelo a seguir cantando: ha empezado el desfile de Ana María Guiulfo, una de las diseñadoras emblemas del LIFWeek.
Como de costumbre, Ana demuestra que sabe mezclar a la perfección la moda con el arte. De hecho, en su trabajo ambos son sinónimos. Paloma Santa Cruz es la primera modelo en recorrer la pasarela y lo hace con un maxi vestido de fondo celeste pastel- con pinceladas de rosado, marrón y negro- y con un estampado alusivo a una de las cultura prehispánicas del Perú: Nazca. Se trata de "Nazca Reloaded", la continuación de una colección que Ana presentó hace algunas temporadas y que merecía ser ampliada.
Todo comenzó hace algunos años, cuando el Museo de Arte de Lima presentó una colección llamada "Nazca" y a la cual la diseñadora asistió cinco veces. Sí, cinco. Ese año, Ana supo que debía hacer algo relacionado al tema y de allí nació la primera línea en el año 2017. Ahora, "Nazca Reloaded" busca ampliar el trabajo previo inspirándose en los textiles y huacos de dicha cultura sobre siluetas modernas, ponibles y muy (pero muy) artísticas.
Siluetas como maxi vestidos, faldas midis, sacos ceñidos en la cintura, palazzos, blusas y casacas se abren paso en la pasarela. Todo bajo el lienzo del blanco, lacre, azul, celeste, marrón y rosa; y en telas como el drill o algodón. Eso sí, siempre con una estrella en mente : el denim, tela que descubrió en la colección pasada y que se ha vuelto en una de sus preferidas. Tanto así que es la que prima en esta colección.
Y, aunque la línea es vanguardista y muy ponible, accesorios como los maxi pañuelos, panties de colores estridentes- como el celeste, verde o rojo- y las flores- como pegatinas en el rostro- suman el toque extravagante a la colección que no dejar de brillar en pasarela.
Blackout, de nuevo.
Llega el momento final y Janet Leyva es la última en salir a pasarela. La modelo cierra el desfile con un vestido strapless, fluido y con estampado blanco, verde y marrón, que solo nos deja una cosa en claro: Ana María Guiulfo es arte puro. Puro arte.