Asesino de joven en Surquillo no muestra pena o remordimiento
Asesino de joven en Surquillo no muestra pena o remordimiento
Pierina Chicoma Castro

Luego de asesinarla, Erik Espinal Hernández metió el cuerpo de Marielena Chumbimune en la maletera de su auto blanco y la llevó a la primera cuadra de la calle Siqueros, en . Era la madrugada del último sábado cuando una cámara de seguridad registró sus movimientos: el homicida de 20 años llevaba una polera, bermudas y zapatillas. Se estacionó, bajó de su vehículo, caminó y miró hacia todos lados durante 15 minutos, antes de sacar el cuerpo de Chumbimune y abandonarlo en la vía pública.

La policía pudo detenerlo tras identificar la placa del carro que la cámara registró. En su manifestación, porque no quiso tener relaciones sexuales con él.

“Mientras declaraba, permanecía sereno. No ha llorado, ni parece tener pena o culpa al recordar el crimen”, detalló un agente de la Divincri de San Borja.

Enrique Chumbimune Zanabria, padre de la víctima, pidió una sanción severa para el asesino. “Se han llevado a mi angelito”, expresó entre lágrimas.

El 12 de junio, Marielena publicó una foto en su perfil de Facebook con esta frase: “Creo que la felicidad se vive a retacitos, con un momento mínimo y palpable. No sabes qué es, pero está ahí, susurrándote que solo enterrará despacito y por temporada. Por eso, palpo mi felicidad contigo, sin demostrar demasiado, sin gritar demasiado”.

Ahora esa fotografía tiene decenas de mensajes de condolencias para la familia y deseos de justicia.

—“Parecía un chico tranquilo”—

En una humilde casa de Villa El Salvador vive Marilyn Ruiz Medina, de 22 años. Ella también conoció a Erik Espinal y, al igual que Marielena, fue amenazada con un cuchillo por el asesino confeso para tener sexo. El episodio es similar: ambos permanecían en el auto blanco estacionado en la cochera de un edificio donde vive el homicida, en San Isidro.

En la denuncia que presentó, Marilyn Ruiz relató que en febrero del 2016, mientras Espinal la besaba y le quitaba el polo, le ponía un cuchillo en el estómago. Al mismo tiempo le decía que iba a violarla y matarla.

Pero Marilyn logró escapar del auto y corrió semidesnuda pidiendo ayuda a gritos.
La familia Ruiz Medina ya no quiere recordar ese capítulo bastante duro. “Yo lo conocí. Se lo veía un chico tranquilo, normal. Nunca imaginé que podría pasar algo así”, dijo escuetamente Norma Medina, madre de Marilyn.

–Defensa y sanción–

Hoy, el caso pasará a manos del Ministerio Público. Erik Espinal, quien ayer seguía detenido en la sede de la Divincri de San Borja, tiene tres abogados que planean las estrategias de su defensa, según fuentes de la policía.

Sobre el caso, el abogado penalista Roberto Miranda explicó que la sanción que recibiría el estudiante de ingeniería sería no menor de 15 años de prisión efectiva.  “Podría llegar a 35 años o, incluso, cadena perpetua y sin beneficios”, dijo.

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