Callao: adultos mayores aprenden computación en buses-aulas
Redacción EC

Dos ómnibus convertidos en salones de clase recorren diversas zonas del Callao y benefician a adultos mayores que desean aprender a manejar una computadora.
Se trata del programa Ciberbus, promovido y ejecutado desde hace un año y medio por el .

Mediante dos unidades de transporte acondicionadas como salones de clase se imparte gratuitamente conocimientos de computación y manejo de Internet entre personas adultas mayores del primer puerto. Para ello no es necesario que estas vayan a locales específicos alejados de sus vecindarios.

Ya se han beneficiado con este programa 3 mil vecinos. El Ciberbus llega hasta los barrios de manera itinerante y tiene capacidad para 25 alumnos. Se dan tres clases por semana, cada una de dos horas. El curso dura un mes. Al final los alumnos aprobados reciben una certificación de la Universidad del Callao, centro de estudios que ha capacitado a los profesores del programa. Tras ello, el bus va a otro barrio”, señala a El Comercio José Raa Tresierra, gerente de Desarrollo Social del Gobierno Regional del Callao.

El entusiasmo predomina en el Ciberbus. (Foto: Luis Silva Nole / El Comercio)

Varios días antes de que las clases en el Ciberbus comiencen en una zona, los adultos mayores de ese barrio se enteran del curso mediante la repartición de volantes cerca de sus casas. Si se animan, se inscriben en el bus. Los cupos son limitados.

VARIOS PROGRAMAS

Los horarios de clases para escoger son tres: 9 a.m., 11 a.m. o 3 p.m. “Comenzamos enseñándoles las partes de la computadora. Luego aprenden a usar los programas Paint, Word, Power Point y Excel. También les enseñamos a usar páginas de Internet como y . Todos vienen muy entusiasmados”, indica Luis Vidal, profesor del curso.

Así luce por fuera el Ciberbus. (Foto: Luis Silva Nole / El Comercio)

La mayoría quiere aprender a comunicarse con familiares que tienen en provincias o en el extranjero, explica Vidal a este Diario. “Es la primera vez que manejo una computadora. Es la modernidad. Antes solo usaba máquina de escribir”, dice Magdalena Conde Zavaleta, de 75 años. “No hay edad para aprender”, agrega Marcelino Pérez Dávila, de 76 años. Ambos alumnos son vecinos de Bocanegra.

Empeño y alegría se respira dentro del Ciberbus. (Foto: Luis Silva Nole / El Comercio)

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