(Eduardo Cavero / El Comercio)
Juan Guillermo Lara

El incendio del almacén de Pamolsa, en el Callao, parecía controlado hasta la madrugada del martes. Sin embargo, ayer alrededor de las 8:00 a.m. se reavivó el fuego que se encontraba debajo de los escombros.

Esto obligó a que, nuevamente, se movilizaran hasta cinco unidades de bomberos para intentar mitigar el fuego que amenazaba con extenderse.

El capitán Paolo Stagnaro, de la compañía Salvadora Callao 9, fue uno de los primeros en llegar tanto al inicio del incendio (el pasado lunes) como también a la nueva emergencia de ayer por la mañana.

“Llevo más de 40 horas trabajando en este llamado. [El incendio] se originó prácticamente en mi zona y seguiré aquí hasta extinguir todas las llamas”, dijo Stagnaro, quien se desempeña como supervisor de seguridad en obras de construcción.

Así como él, otros jóvenes bomberos solicitaron permisos en sus centros de labores para colocarse el traje rojo y acudir a mitigar el fuego.

Uno de ellos es Marco Llontop, un comunicador de 28 años que labora en una empresa de publicidad. “Por suerte mis jefes entienden la importancia de mi otra profesión y me permitieron ausentarme estos dos días”, dijo.

Llontop, de la compañía 60 de Bellavista, llegó hasta el almacén alrededor de las 10:00 p.m. del miércoles. Estuvo trabajando por más de 15 horas antes de ser relevado.

Ayer, el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP) informó que se logró apagar definitivamente el incendio cerca de las 10 de la noche.

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