El incendio registrado en la zona de Cantagallo en el Rímac y que afectó la comunidad Shipibo-Konibo no solo dejó daños materiales y al menos 2 mil personas damnificadas, también dejó un niño de 11 años con heridas de gravedad a consecuencia de las quemaduras.
El menor fue alcanzado por el fuego y terminó con quemaduras de tercer grado en el 55% del cuerpo, según dio a conocer su madre Virginia Rojas, residente de la comunidad de Cantagallo. El menor fue trasladado al Instituto Nacional de Salud del Niño en Breña y luego debido a la gravedad de sus lesiones a la sede de San Borja.
El niño está conectado a un ventilador mecánico y de momento ha sido sometido a un tratamiento quirúrgico inicial. El médico a cargo del menor señaló que se requieren al menos 10 unidades de sangre para continuar con su recuperación.
El incendio que habría empezado en una tienda y que se propagó en cuestión de minutos por las casas de todo Cantagallo destruyó los inmuebles que ocupaban los shipibo-konibo y dejó en la calle también a las familias que se habían asentado en este lado del río Rímac. Unos 2.000 afectados, entre ellos las 265 familias indígenas.
El alcalde del Rímac, Enrique Peramás, responsabilizó al alcalde Luis Castañeda Lossio por demoras en reubicación de la comunidad Shipibo-Konibo de Cantagallo. "Esta situación lamentable es consecuencia de que los recursos que eran para la reubicación de la comunidad fueron destinados al by-pass de 28 de Julio", indicó.