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Caos en Evitamiento persiste pese a recaudo anual de S/250 mlls - 1
Rosa Aquino Rojas

Un carril adicional de nueve kilómetros que no puede ser usado en algunos tramos, viaductos e intercambios viales incompletos y un túnel aún en ejecución bajo el río Rímac saltan a la vista en la . Pero también el caos vehicular que sigue siendo un dolor de cabeza para los miles de conductores que han soportado el encarecimiento del peaje desde octubre del 2013, cuando la vía pasó a manos privadas. De S/3 subió a S/4 y luego a S/4,50.

Y se evalúa el tercer reajuste tarifario, previsto en el contrato que la Municipalidad de Lima firmó con la empresa Lamsac en el 2009, en la segunda gestión de Luis Castañeda. De concretarse, el concesionario elevaría sus ingresos por peajes, que superan los S/250 millones al año.

Según cifras oficiales, lo recaudado en el 2014 fue S/236’422.158, mientras que el 2015, tras la segunda alza, Lamsac logró S/267’155.902. “Dos tercios de los peajes de Lima se recaudan en Evitamiento. Es la vía que más recauda en el país”, indicó el regidor Augusto Rey, quien fue asesor en la Gerencia de Inversión Privada en la gestión de Susana Villarán.

Del total, el 7% se retribuye al municipio metropolitano. Lo demás se debería usar en la operación y mantenimiento de la vía. Sin embargo, en un recorrido a lo largo de los 16 km concesionados, desde el trébol de Javier Prado hasta el óvalo de Habich, El Comercio observó un descuido en el mantenimiento de puentes y paraderos, en la señalización de la pista, además de obras paralizadas.

Varios tramos del ‘cuarto carril’ (entre el puente Huáscar y Javier Prado) carecen de señalización en la pista, por lo que camiones, autos, buses de transporte urbano e interprovincial circulan en carriles prohibidos.

La Municipalidad de Lima, encargada de velar por los usuarios y el cumplimiento del contrato, arguye que para marcar la autopista falta retirar los pilares de los puentes peatonales Caja de Agua y Primavera, los cuales se encuentran sobre el nuevo carril, y “está pendiente retirar la carpeta asfáltica dañada”.

(Miguel Bellido / El Comercio)

A diario cientos de personas utilizan el puente Santa Rosa, sin importar que se encuentra en mal estado. (Miguel Bellido / El Comercio)

Entrar y salir hacia el Centro de Lima todavía es un problema para los vecinos de San Juan de Lurigancho, pues uno de los sentidos de la Av. 9 de Octubre sigue cerrado a pesar de que los trabajos del viaducto N° 9 quedaron paralizados hace un año.

Los viejos paraderos de concreto, como el que se desplomó y causó la muerte de una niña el pasado 18 de enero en Santa Anita –tras la colisión de una furgoneta–, así como algunos puentes peatonales están descuidados. Las rajaduras y escalones destruidos no se pueden ocultar con pintura.

UN NUEVO CRONOGRAMA
El 80% del flujo vehicular de Evitamiento se descargaría por el conjunto de obras viales en construcción, incluido el túnel de dos kilómetros. Aunque todo el proyecto debería concluir a fines de año, la comuna y el concesionario ampliarán el cronograma de trabajos. Los nuevos plazos están en discusión, así como el nuevo precio del peaje.

Según Rey, ya deberían estar listos dos intercambios viales, uno de la Av. Las Palmeras y otro en San Juan de Lurigancho, que la gestión Villarán incorporó a las obligaciones del concesionario. Sin embargo, la actual administración sustituyó estas obras y trasladó los recursos para financiar la construcción del puente vehicular Bella Unión y una obra complementaria en la Av. Morales Duárez.

El Comercio buscó la versión de Lamsac. La empresa indicó que las consultas se las hiciéramos a la municipalidad.

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