Los primeros cuatro meses del 2025 han estado marcados por una alarmante ola de criminalidad en Lima Metropolitana. Desde asesinatos de conductores de transporte público hasta incendios provocados por bandas extorsivas, la violencia ha impactado diversos sectores de la ciudad. En este contexto, El Comercio analizó las denuncias reportadas en los 43 distritos de la capital, con datos del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior (Mininter).
Uno de los delitos con mayor incidencia ha sido el hurto. Entre enero y abril se registraron 25.491 denuncias, una cifra menor en comparación con las 32.620 del mismo periodo del año pasado.
El Cercado de Lima encabezó la lista de hurtos con 3.544 denuncias, seguido por San Juan de Lurigancho (1.990), Santiago de Surco (1.480) y Miraflores, que presentó un dato llamativo con 1.385 denuncias, superando a distritos tradicionalmente más conflictivos como San Martín de Porres, Ate, La Victoria y Los Olivos.
En cuanto a robos, el Cercado de Lima volvió a liderar con 1.266 casos. Le siguen San Juan de Lurigancho con 946, San Martín de Porres con 809, y Villa María del Triunfo con 741.
Los homicidios mantuvieron una cifra similar al año anterior. De enero a abril de 2025 se registraron 316 asesinatos, frente a los 323 del mismo periodo en 2024. Una vez más, el Cercado de Lima registró la mayor cantidad con 42 casos, seguido por San Juan de Lurigancho (36), San Martín de Porres (27), Comas (22) y San Juan de Miraflores (18).
El delito de extorsión, que con frecuencia termina en homicidios, mostró un preocupante incremento y ya ha superado a las cifras de denuncias del 2024 (2.766). En cuatro meses del presente año, se contabilizaron 3.757 denuncias en toda Lima. El Cercado de Lima acumuló 543 casos, un aumento significativo respecto a los 327 del año anterior. San Juan de Lurigancho reportó 497 denuncias, seguido por Comas (283), Ate (216) y Villa El Salvador (184).
Bajo la lupa de expertos
Frank Casas, experto en seguridad y crimen organizado, declaró a El Comercio que las cifras de denuncias presentadas marcan la tendencia de la crisis de inseguridad en el país. En ese sentido, destacó el incremento de víctimas de los delitos de extorsión y homicidio en los últimos años. Además, Casas recordó la diferencia entre el robo y hurto.
“Ambos están asociados a delitos contra el patrimonio. El hurto es la sustracción de bienes sin violencia. Por ejemplo, cuando una persona baja de una combi y se da cuenta de que ha perdido su celular. Pero si esa persona es cogoteada al bajar de la combi para que entregue su celular, entonces habrá sufrido un robo. El uso de la violencia física y el amedrentamiento implica un robo“, explicó.
Christian Campos Vásquez, investigador asociado del Instituto de Criminología, manifestó que a la mayor parte de los ciudadanos le preocupa ser víctimas de delitos por la delincuencia común, es decir, ser victimizados. Afirmó que el registro de denuncias es una fuente limitada para interpretar la victimización y que las encuestas de victimización podría dar ideas mas clara de las tendencias de criminalización según el tipo de acción criminal.
Por otro lado, refirió que una base de datos de denuncias es un registro de trámites, que requieren que la ciudadanía tenga incentivos para iniciarlos y que las autoridades dispongan de infraestructura y capacidad operativa para iniciarlos. “No toda la ciudadanía tiene incentivos suficientes para iniciar el trámite. Eso, en parte, explica la enorme la criminalidad que no se denuncia”, aseveró.
Casas también comentó sobre la situación del Cercado de Lima como uno de los focos delictivos de la ciudad, ya que encabeza a los distritos con el mayor número de denuncias. “En el Cercado de Lima, existen muchos puntos de acopio y mercados de venta ambulatoria de objetos de origen ilícito o desconocido. Por ejemplo, el Mercado Central y Las Malvinas. Son espacios donde imperan los mercados ilegales y, por lo tanto, donde hay alta probabilidad de que una persona pueda ser víctima de un hecho delictivo”, expresó.
Así también, llamó la atención sobre el caso de Miraflores, que ocupa el cuarto lugar de distritos con denuncias por hurto. “Miraflores se ha caracterizado por no registrar altas cifras de denuncias y por ser uno de los distritos con mayor confianza en el servicio de serenazgo y la policía. No obstante, en los últimos años han incrementado los locales de discotecas y bares no debidamente regulados y esto puede generar que se establezcan espacios para la comisión del delito patrimonial”, sostuvo.
“En este distrito, también han aumentado los espacios de venta de celulares y reparaciones de laptops, que también funcionan como espacios de acopio de objetos robados. Hoy ningún espacio de Lima se libra de los lugares donde se desarrollan actividades propias de mercados ilegales”, agregó.
Por otro lado, Casas resaltó que el incremento de cifras de denuncias en los últimos años también representa una mayor disposición de las víctimas a reportar los hechos delictivos que padecen. No obstante, indicó que persiste la resistencia a denunciar.
“Una de las pocas cosas positivas que han realizado los últimos gobiernos es promocionar que la ciudadanía denuncia. Lastimosamente, esto no es homogéneo. En espacios donde no se observa la presencia de las autoridades, existe mayor desconfianza en colocar una denuncia o tampoco se promociona. El riesgo de denunciar puede ser alto y por eso la gente tiende a no denunciar. Esto ocurre, por ejemplo, en el cono norte", manifestó.
Crisis de homicidios y extorsiones
Las cifras del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana del Mininter demuestran el preocupante incremento de la crisis de extorsiones y homicidios que vive el país en los últimos años. La cifra de denuncias por extorsión en los cuatro meses de este año (3.757) ya supera a la cantidad registrada en todo el 2024 (2.766).
Casas mencionó que, hasta el 2019, los homicidios estaban asociados principalmente a ajustes de cuentas, violencia interpersonal y feminicidios. Sin embargo, desde el 2021, el descontrol del crimen organizado aumentó este tipo de delitos.
“Es probable que la cantidad de denuncias de extorsiones esté altamente subrepresentada y sea muchísimo más alta, porque pocas personas se atreven a denunciarlas. Lastimosamente, el gobierno no ha sido capaz de neutralizar este delito”, sostuvo.
¿Qué acciones debería tomar la nueva gestión del Mininter ante esta situación?
Campos expresó que la nueva gestión del Mininter, liderada por Carlos Malaver Odias, debe tener objetivos claros y acotados y perseguirlos. Por ejemplo, reconocer los estados de emergencia no funcionan en todos los distritos, solo algunos. Además, precisó que el Mininter y las municipalidades deberían interesarse en generar mayores condiciones para que la población denuncie y tenga mayor confianza en la policía, se generan mejores canales presenciales y virtuales para denunciar.
“Las autoridades deben brindar seguridad de que las denuncias no implicarán riesgos para nuestra vida, integridad física y el patrimonio”, subrayó.
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